La pérdida de peso es una de las metas más difíciles de cumplir para algunas personas, sobre todo cuando se está acostumbrado a un estilo de vida sedentario o cuando se cumple con una extensa jornada laboral, a veces por estos factores, perder peso se convierte en una odisea, lo que el caminar se convierte en un ejercicio ideal.
Para iniciar, se debe hacer de una manera progresiva, para que esto se convierta en algo imprescindible. A pesar de las extensas jornadas laborales y traslados, la mayoría de las personas disponen de al menos 30 o 40 minutos al día para hacer alguna actividad deportiva.
Cabe señalar que, el ejercicio físico siempre se debe complementar con una buena alimentación, ya que, sin un déficit calórico, perder peso es algo prácticamente imposible. Para tener una buena aproximación de cuántos pasos hay que dar al día para perder esos kilos de más, la cifra está en 10 mil aproximadamente.
Esta cantidad de pasos equivale a unos 7 km. Cantidad que al inicio puede parecer mucho al principio, por lo que entrenadores físicos recomiendan que se empiece por una cifra más asumible entorno a los 7 mil e ir aumentando de forma progresiva.
La intensidad es uno de los elementos clave, pues a mayor ritmo, el gasto calórico será superior. Si caminar por la ciudad te parece aburrido y monótono, y vives cerca de una zona de montaña, estás de suerte. Dar pasos en zonas con pendiente e inclinación hará que el déficit de calorías se consiga de forma más rápida.
A medida que se avanzan en los entrenamientos y caminatas se puede comenzar a complementar las sesiones con entrenamientos de musculación. No es necesario que sean ejercicios con pesas, pueden ser ejercicios más funcionales de alta intensidad en los que seguirás aumentando el número de calorías quemadas y se puede empezar a tonificar.
