Muchas veces se tiene la creencia de que un entrenador personal, preparador físico o instructor de gimnasio debe tener un cuerpo escultural para poder poner una rutina de entrenamiento.
Sin embargo, existen muchas razones por las cuales un entrenador físico no se encuentre en ‘buena forma’, por lo que las creencias se deben dejar de lado, cuando alguna persona realmente demuestra estar certificada para ser entrenador.
La gran mayoría de los instructores de gimnasio son deportistas, es por ello por lo que físicamente estarán con buena condición; pero, no es necesario el hecho de que ellos tengan que parecer super modelos para enseñarte una rutina de ejercicios.
Tal como lo señalamos la mayoría de los instructores son deportistas, es por ello que también corren riesgos de sufrir una lesión, por lo que el dependiendo de la gravedad de la misma, el tiempo de recuperación puede mermar en su físico.
Otro de los factores del por qué los instructores podrían ‘no verse en buena forma’ es el hecho de que al igual que la mayoría, cumplen con una jornada de trabajo, es por ello que el ayudar a que más personas se encuentren mejor físicamente, podrían no dejarle tiempo para lo suyo.
Dicho esto, es que no es necesario que un entrenador parezca modelo o que tenga una montaña de músculos sobre su cuerpo para poder enseñar una rutina, sino que lo verdaderamente importante es confiar cuando una persona demuestre que está completamente capacitada para ser un entrenador deportivo.
