Cuando ya todo parecía cerrado para que Jorge Sánchez fuera nuevo jugador de Cruz Azul, la operación se cayó de golpe, todo debido a que el Porto no formalizó el acuerdo que ya tenía con los capitalinos.
Jorge Sánchez viajó al Ajax en verano del 2022, equipo donde pasó sin pena ni gloria, por lo que fue cedido al Porto un año después, institución donde no ha podido consolidarse, disputando pocos minutos.
Fue por ello que desde el entorno del jugador se vió con buenos ojos la posibilidad de regresar a su tierra natal, siendo Cruz Azul el plantel que buscó integrarlo a sus filas, en lo que era una oportunidad de obtener regularidad de cara a la Copa América que México disputará en verano de este año.
Sin embargo, el problema para el traspaso siempre fue el Porto; la negociación con el equipo neerlandés fue exitosa, ya que estaban decididos en vender la carta del mexicano, pero se tenía que convencer a los portugueses de terminar el préstamo de forma anticipada, algo por lo que se tendrían que pagar por lo menos 650 mil euros.
Un inconveniente más fue que Sánchez estuvo en la banca en los duelos amistosos del Ajax, para posteriormente ser parte de los dragones, por lo que entró la duda de que si podría vestir su tercera camiseta en menos de un año, algo que se consultó con la FIFA, misma que dio luz verde a la transacción.
Fue entonces que llegó el acuerdo de palabra, el Ajax recibiría cuatro millones de euros, mientras que el Porto tendría sus 750 mil euros de indemnización por terminar su préstamo antes de tiempo. Cruz Azul mandó el papeleo para hacer todo oficial, sin embargo, tuvieron una respuesta distinta a la que esperaban.
El Porto decidió no formalizar el traspaso debido a que la condición de su director técnico fue que dejaría ir al mexicano si el club hacia válida la opción de compra de su hijo, quien es propiedad del Ajax y se encuentra en los dragones en calidad de préstamo.
