Estamos a siete días de que se cumpla el plazo para que los dirigentes de la Federación Mexicana de Futbol (FEMEXFUT) rindan cuentas tras lo ocurrido en la Copa del Mundo de Qatar 2022, pero hasta el momento, no hay novedad.
Yon de Luisa, Jaime Ordiales y su grupo de trabajo no han dado señales y la incertidumbre crece y crece. Esto parece campaña política, muchos candidatos, mucha disputa para llegar a la silla que solo es bonita en vista, pero está llena de critica y presión.
En esta temporada de premios podríamos definir esta ‘película’ como Pinocho, una mentira tras otra con los dirigentes de la selección mexicana. Más preguntas que respuestas, al final del día el resultado ante todo será el mismo, un circulo vicioso.
No se sabe si el 30 de enero los dirigentes den a conocer el nombre del estratega que navegará rumbo al 2026, pero por lo menos se les pide, suplica que tengan una nueva estructura con todas las categorías al menos en selección nacional.
Sabemos que en Liga MX la reestructura es más complicado, ellos pueden impulsar que la Selección Mexicana tenga un nuevo rumbo, resurgir desde sus cenizas después de un gran fracaso como lo fue en el mundial.
Lo único que se pide es que no haya otra vez, como siempre atole con el dedo, que llegue quien llegue haga su trabajo, no se enganche en cosas que no debería, como lo son críticas, pero, además, de que sea alguien capaz de regresar a la competitividad al equipo mexicano.
