Después más de dos meses sin jugar, Anthony Davis volvió a hacer acto de presencia en un partido oficial. El ala-pívot, que se había perdido los últimos 30 partidos de los Lakers debido a problemas en el tendón de Aquiles, reapareció en la visita al American Airlines Center, pero no pudo lograr que su regreso se viera acompañado de una victoria al caer 110-115 ante los Mavericks.
Davis disputó 17 minutos, todos ellos en la primera mitad, en los que tuvo tiempo de anotar 4 puntos y capturar 4 rebotes. Pese a las ganas que había por verlo más tiempo, los servicios médicos y Frank Vogel fueron precavidos y optaron por dejarle agarrar algo de ritmo sin forzar la situación.
Más allá de la comprensible falta de ritmo y rodaje que mostró, el jugador admitió sentirse bien y sin secuelas de los problemas que había arrastrado apenas unos meses atrás.
“Hoy no he pensado en la lesión ni una vez. Simplemente he salido y he jugado. Creo que si estás pensando en esas cosas te limitas a ti mismo, así que he intentado jugar sin nada más en la cabeza. Mi objetivo principal era disfrutar de volver a estar en la duela”
