Durante los últimos doce años, los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León han dominado el futbol mexicano. Prueba de ello, son los seis títulos que han conseguido en ese lapso —ningún equipo ha ganado más ligas en México en ese periodo—.
Pese a esto, la idea generalizada entre los aficionados de la Liga MX y que en años recientes se ha vuelto un hasta un meme, es que “Tigres es un equipo chico”, sin embargo la historia reciente nos dice que Tigres está muy lejos de ser un equipo pequeño.
El principal argumento de aquellos que aseguran que Tigres es chico, se basa en que sus éxitos llegaron a partir de una gran inversión que les ha permitido traer grandes futbolistas que, a la postre, han marcado una época en la Liga MX.
Tal es el caso de André Pierre Gignac, quien llegó procedente del futbol europeo y con un nivel muy superior al resto de los delanteros que jugaban en México, lo cual le ha permitido consagrarse como el máximo goleador en la historia del equipo, así como conquistar múltiples campeonatos de liga y títulos de goleo.
Además, los recientes y constantes triunfos de Tigres le han ganado un mayor número de seguidores, no sólo en Nuevo León, sino a lo largo y ancho de todo el país.
Dicho esto, es imposible tildar a un equipo de “chico” cuando ha dominado la Liga MX durante más de una década y ha conseguido más campeonatos que los nombrados “grandes”.
En el futbol mexicano, se dice, hay cuatro equipos llamados “grandes” y son América, Chivas, Cruz Azul y Pumas, sin embargo hay otros cuantos clubes que, por méritos deportivos, bien podrían aspirar a meterse en ese listado.
Ahora bien, aunque Tigres aún no logra entrar a ese listado de los clubes que se autodenominan grandes, es cierto que comienza a recolectar argumentos para estar considerado, sobre todo tomando en cuenta que acaba de pasar a uno de ellos (Pumas) en número de campeonatos, aunque si algo nos ha enseñado el futbol mexicano es que los títulos suelen pasar a segundo plano cuando se habla de grandeza, pues de lo contrario, Toluca sería mencionado constantemente en esa discusión —cosa que rara vez sucede—.
En conclusión, Tigres no es chico pero tampoco es grande, aunque está más cerca de lo segundo que de lo primero.
