El fútbol femenino crece a pasos agigantados, cada vez es más común que las jugadoras acaparen minutos y espacios dentro de la difusión del deporte. Otro de los avances más significativos en el balompié femenil, es el crecimiento de las entrenadoras.
En el Mundial de Canadá 2015, solo tres mujeres se sentaron en los banquillos. Mientras que para la Copa del Mundo de Francia 2019, fueron nueve las entrenadoras quienes tuvieron a su cargo un representativo nacional.
Si bien es cierto que aumentó a 32 el número de los equipos participantes en el torneo. La tendencia marca que más mujeres se harán cargo de las selecciones de cara a las próximas competencias.
Por ello, la FIFA desea impulsar el crecimiento de las mujeres entrenadoras con miras en el Mundial que se llevará a cabo en el 2023 en los países de Australia y Nueva Zelanda.
Desde el máximo organismo del futbol mundial ven esto como una oportunidad de crear nuevos referentes, para ello, la FIFA en conjunto con la Federación de Nueva Zelanda han instaurado un curso de formación para que cada vez haya más mujeres en el banquillo.
Mónica Vergara, es uno de los ejemplos de la nueva generación de entrenadoras que podría formar parte de las mujeres que estén desde la banda al frente de un combinado nacional.
Vergara tomó las riendas de la Selección Mayor Femenil en enero de este año, luego de su paso por el equipo Sub-17, combinado nacional que llevó hasta la final del Mundial de la categoría, donde cayó en la final ante España, quien partió como favorito al título, antes del inicio del certamen.
