Los Dodgers de Los Ángeles mantienen el buen momento y en esta ocasión vencieron a unos renovados Padres de San Diego en el primer partido de la serie, siendo este el primer encuentro que juegan en casa desde el sensible fallecimiento de Vin Scully.
Los Dodgers no tuvieron piedad ante los lanzamientos de Sean Manaea, quien desde la primera entrada permitió 4 carreras con los batazos oportunos de Mookie Betts, Will Smith y Hanser Alberto.
A medida que avanzaba el partido los Dodgers iban poniéndolo en agua fria, pues los Padres no encontraron capacidad de respuesta a pesar de el gran lineup que tienen.
Gran parte de este triunfo se debe a la apertura de Tony Gonsolin, que a pesar de haber batallado para encontrar su ritmo, se adjudicó otra victoria a su cuenta personal y sigue dando argumentos para el premio Cy Young.
Los Padres solamente pudieron anotar una carrera, cuando en la novena entrada Brandon Drury, uno de los refuerzos del equipo, produjo con un elevado de sacrificio para que el partido no terminara en blanqueada.
