Los Juegos Olímpicos de 2022 vuelven a ser víctimas de un boicot en contra del anfitrión.
A pocos días de la apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022, 243 organizaciones internacionales piden a los gobiernos extranjeros que tomen medidas contra las violaciones de derechos humanos en China.
Los aliados occidentales mantienen el descontento con China por su historial de abusos de derechos humanos, entre ellos se encuentran las violaciones de libertades civiles en Xinjiang y la represión de los grupos prodemocráticos en Hong Kong, antigua colonia británica que volvió a ser gobernada por China en 1997.
Tras esta situación, llaman a los gobiernos a un boicot diplomático de los Juegos y piden a los atletas y patrocinadores que no legitimen los abusos perpetrados por las autoridades chinas.
Después del anuncio de Estados Unidos en el que oficializó su boicot en contra de los Juegos Olímpicos de Invierno 2022, otras naciones se han sumado a la postura y otras cuantas todavía consideran la posibilidad de hacerlo.
Australia fue uno de los países en unirse al boicot “por motivos diplomáticos” a través de un anuncio del primer ministro Scott Morrison.
«Lo hago porque es en el interés nacional de Australia», argumentó Morrison, quien también explicó que no es una sorpresa que su país tome esa postura después de que la relación con China “se haya roto en los últimos años”
Sin embargo, al igual que Estados Unidos, los atletas australianos podrán participar sin ningún problema en las competencias.
De igual manera, el primer ministro británico Boris Johnson anunció que el Reino Unido también boicoteará diplomáticamente los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 al no enviar a ningún miembro del Gobierno británico al evento mundial.
“Efectivamente habrá un boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing. No se espera que ningún ministro asista. Lo que puedo decir a la Cámara es que no creo que los boicots deportivos sean sensatos, y esa sigue siendo la política del Gobierno.»
Afirmó Boris Johnson
Además, Canadá también se unió a la iniciativa de Estados Unidos de tomar una postura política contra China. Fue el primer ministro canadiense quien dio el anuncio cuando explicó que Beijing debería entender la antigua preocupación de Occidente por los señalamientos de violación de derechos humanos en China.
Sin embargo, Justin Trudeau aseguró que eso no afectará la participación de los atletas canadienses en dicha justa deportiva.
“Anunciamos hoy que no enviaremos ninguna representación diplomática a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Pekín de este invierno. Nuestros atletas llevan años entrenando y están deseando competir al más alto nivel contra atletas de todo el mundo, y seguirán contando con todo nuestro apoyo para demostrar el extraordinario éxito que tiene Canadá en los Juegos Olímpicos de Invierno.”
Justin Trudeau.
A continuación, se presenta un repaso de situaciones similares que han puesto en riesgo justas deportivas de gran magnitud como los Juegos Olímpicos.
Boicot a los Juegos Olímpicos de 1976 en Montreal
El primer boicot importante a unas Olimpiadas se produjo en 1976, cuando una treintena de países, en su mayoría africanos, no acudieron a la justa olímpica de Montreal.
Los Juegos de Montreal 1976 estuvieron marcados por el boicot africano que involucró a 22 países. El boicot fue organizado por Tanzania para protestar porque los países africanos pidieron la exclusión de Nueva Zelanda, ya que su selección de rugby había jugado frente a los Springboks en Sudáfrica, país excluido del COI por su política racista del apartheid.
El COI no cedió a las presiones y mantuvo a la delegación neozelandesa, por lo que 29 estados africanos rechazaron en julio de 1976 la invitación para participar en Montreal 1976. La nación americana de Guyana también apoyó la decisión en solidaridad, mientras que Zaire, también contrario a la decisión del COI, alegó razones económicas para justificar su ausencia.
Boicot a los Juegos Olímpicos de 1980 en Moscú
El Boicot a los Juegos Olímpicos de 1980 fue parte de una serie de acciones iniciadas por EE. UU. en protesta por la invasión soviética a Afganistán. El gobierno estadounidense, argumentaba que la presencia militar soviética en Afganistán (a raíz de la guerra civil) era una invasión violatoria del derecho internacional, y por ello se decidió que Estados Unidos no asistiera a los Juegos solo seis meses antes del inicio de los mismos.
Varios países se unieron al boicot, entre ellos Alemania Occidental, Canadá, Argentina, Chile, Japón, Turquía y Noruega. Algunos de esos países compitieron en una Olimpiada alternativa realizada en Filadelfia durante julio de ese mismo año llamada “Liberty Bell Classic”.
Algunos países aliados de Estados Unidos, como el Reino Unido, Francia y Australia, dejaron en libertad de elección a sus atletas, quienes compitieron bajo la bandera olímpica. Dicha libertad no se les concedió a los deportistas estadounidenses, debido a que el presidente Carter amenazó con revocar el pasaporte a cualquier atleta estadounidense que intentara ir.
Boicot a los Juegos Olímpicos de 1984 en Los Ángeles
El 8 de mayo de 1984 estará siempre marcada como la fecha en que oficialmente la antigua Unión Soviética comenzó un boicot contra los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 bajo el argumento de que el gobierno de Ronald Reagan no podía garantizar la seguridad de los atletas soviéticos.
A través de un comunicado de su Comité Olímpico, acusaron a la administración en poder en Estados Unidos de estar en “contacto directo” con varias organizaciones extremistas para crear condiciones insoportables para los participantes con propaganda anti-soviética y amenazas.
Argumentaban todo un esquema para utilizar la justa veraniega con fines políticos, y algo de razón había en esto, pues como parte de la Guerra Fría cuatro años antes, el país americano había logrado que otras 54 naciones se unieran en un boicot contra los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980.
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