Tom Brady y los Tampa Bay Buccaneers a un año de unir su camino
Se cumple exactamente un año de la llegada de Tom Brady a los Tampa Bay Buccaneers, equipo al que guio a su segundo campeonato en la NFL y séptimo Lombardi para el mariscal de campo de 43 años de edad.
Han pasado exactamente 365 días de que Brady le cambió completamente la cara a un equipo que batalló para posicionarse en los primeros escalafones de la NFL, luego de su campeonato en la temporada 2002.
TOM BRADY EL QUARTERBACK QUE LE CAMBIÓ LA CARA A LOS BUCCANEERS
Exactamente hace un año ha transcurrido desde que el mariscal de campo, Tom Brady, se despidió a través de sus redes sociales de los New England Patriots, equipo que fue su casa durante 20 años y en donde consiguió seis campeonatos de la NFL.
Aunque Brady, en ese momento no señaló en qué equipo continuaría su carrera, horas más tarde la NFL confirmó que el quarterback había llegado a un acuerdo con los Tampa Bay Buccaneers, equipo que fue protagonista en la NFL solamente en la temporada 2002 donde consiguieron su hasta ese momento único trofeo Lombardi.
Fue justamente la relación de Brady con el súper domingo, lo que llevó a los ‘Bucs’ ha ofrecer un contrato millonario al pasador que cambió la historia de la franquicia de los Patriots, por lo que no tardaron más que unas horas en hacer oficial lo dicho por la NFL.
Pero, no todo fue ‘miel sobre hojuelas’ en la relación de Brady con su nuevo equipo, al menos no lo fue para algunos sectores de la prensa, así como para los detractores del jugador quienes señalaron que este no volvería a llegar al Super Bowl sin la ayuda del entrenador en jefe que lo acompañó en todos sus años como patriota, Bill Belichick.
No obstante, fue claro que Brady hizo caso omiso de esos comentarios y comenzó a dejar su marca en los Buccaneers, luego de que su sola presencia hiciera que jugadores como Rob Gronkowski, Antonio Brown o Leonard Fournette (estos últimos dos con la temporada ya iniciada) llegaran al equipo.
Todo parecía que la nueva relación TB-TB (Tom Brady – Tampa Bay) comenzó de la mejor manera, hasta el primer juego de la temporada contra los Saints cuando después de una brillante serie ofensiva, el equipo fue anulado del emparrillado, lo que llevó a los Bucs a caer 34-23 en el debut de Brady con Tampa Bay, esto mientras los Patriots derrotaban a los Dolphins en Foxborough.
Pese al revés, los Buccaneers ganaron al hilo tres partidos al derrotar 31-17 a los Panthers, 28-10 a los Broncos y 38-31 ante los Chargers. Juegos que parecían que el equipo estaba en su mejor forma, pero sorprendentemente fueron los Chicago Bears 20-19, los que devolvieron a Tampa Bay a la realidad que se había escondido en los partidos ganados, es decir el encontrar el ‘timing’ entre el mariscal de campo y los demás jugadores de la ofensiva.
Otras tres victorias consecutivas de los ‘Bucs’ ante Green Bay 31-17, Raiders 45-20 y Giants 25-23, dejaban al quarterback y a su nuevo equipo en la segunda mejor posición de la División Sur de la Conferencia Nacional, por debajo de los Saints, equipo al que enfrentarían a la siguiente semana en casa y contra el que esperaban cobrar venganza de la derrota en el debut de Brady.
Pero, de nueva cuenta fueron los Saints, los que se impusieron en el Raymond James Stadium; y no solo se llevaron la victoria, sino apalearon a Tampa Bay 38-3 en un juego que ni siquiera el seis veces ganador del Super Bowl completó, además de ser este el peor resultado en contra que Brady ha sufrido en la NFL.
Luego de la paliza ante New Orleans, los inestables Buccaneers se las arreglaron para derrotar 46-23 a los Panthers, para posteriormente caer 27-24 ante Los Rams y contra los Kansas City Chiefs por el mismo marcador, resultados que los alejaron completamente de ser campeones de división, pero que hicieron que Brady en compañía del entrenador en jefe del equipo, Bruce Arians, le sacaran provecho a la semana de descanso.
Lo que llevó a los Buccaneers a regresar con cuatro victorias consecutivas ante los Vikings 26-14, Falcons 31-27, Detroit 47-7, siendo esta la mejor exhibición de Brady al frente de los Bucs en la temporada y por último vencer de nueva cuenta a Atlanta por 44-27.
Resultados que llevaron a los de Tampa Bay al partido de la ronda de Wild Card ante Washington Football Team, equipo al que derrotaron 31-23 en un juego cardiaco en el que Taylor Heinicke, mariscal de campo del equipo capitalino tuvo una mejor exhibición que el mismo Brady.
Lo que presagiaba que el siguiente partido ante New Orleans, sería el ultimo de los Buccaneers en la temporada y una barrida total por parte del equipo de Drew Brees ante su rival divisional, no obstante, el trabajo de Brady en conjunto con la defensiva anuló a los Saints y los derrotaron 30-20 para conseguir el pase a la Final de Conferencia ante los Green Bay Packers en el Lambeau Field.
Juego en el que se verían las caras de nueva cuenta en la temporada el a la postre MVP de la temporada Aaron Rodgers y Tom Brady, quien tan solo en la primera mitad, demostró cada uno de los 30 millones de dólares que firmó para el 2020 con Tampa Bay a quienes llevó a ganar 31-26 y conseguir su pase al súper domingo, mismo que los Buccaneers jugarían en su estadio en el Raymond James Stadium.
Contra todo pronostico de detractores y fanáticos, Tom Brady se presentó en el Super Bowl LV, siendo el décimo de su carrera y segundo para los Tampa Bay Buccaneers y pese a ser el primer equipo en recibir el último juego de la temporada en casa, estos partían como no favoritos, pues enfrentarían a los Kansas City Chiefs, quienes buscaban el bicampeonato.
Pese a ello, con un partido en el que Brady demostró su calidad en el emparrillado con tres pases de anotación, siendo el mariscal de campo más veterano en lanzar un pase de anotación en el Super Bowl y con una defensiva que fue mucha pieza para Mahomes y compañía, el 31-9 en el marcador llevó el mariscal de campo reafirmó su mote como ‘El más grande de todos los tiempos’ consiguió para su equipo su segundo Super Bowl y séptimo de manera individual.
Lo que llevó a los Buccaners a extender el contrato de Brady por uno en el que el podría jugar hasta los 46 años si el lo desea (actualmente tiene 43), pero que de inmediato plasmó el sello del mariscal de campo al ceder dinero para mantener a piezas clave de la defensiva en el equipo, como Lavonte David .
Situaciones que hacen que desde hoy, los Tampa Bay Buccaneers, sean un equipo contendiente para estar en el Super Bowl LVI que se jugará en la casa de los Chargers y los Rams, el novedoso SoFi Stadium.