A lo largo de la historia el futbol nos ha demostrado que los buenos jugadores no siempre son buenos entrenadores, principalmente en México. No es que Rafael Márquez sea mal entrenador, el Kaiser apenas está comenzando en su trajín dentro de la dirección técnica.
Actualmente se desempeña como técnico del Barcelona B, ha recibido una propuesta para ser entrenador de la Sub 23 de la selección Mexicana de Futbol, sin embargo, no aceptó dicha propuesta, esto es muy válido.
Tiene un comienzo como entrenador, está teniendo buenos resultados con la reserva culé, no va a arrastrar el prestigio en una selección que francamente no le va a dar nada a cambio. Márquez tiene una decisión correcta, debido a que le dice, no gracias, a un proyecto que no existe.
La Selección Mexicana sub 23 no estará en la alta competencia, no se clasificó a los juegos olímpicos de París, por tanto, no hay algo por qué competir, Rafael solo estaría cortando su experiencia para darle gusto a los dirigentes.
Márquez toma una decisión correcta debido a que en Barcelona está bien, forjándose como entrenador, el dejar ‘votado’ al cuadro culé por llegar a México de vacaciones, sin una exigencia, sin competir por un torneo de alto prestigio.
Rafael demuestra seguir siendo un caballero dentro y fuera de la cancha. Es más lo que México necesita a Rafa, que lo que Rafa necesita a México, por el momento no es opción. La Sub 23 no tiene nada por lo que hay que pelear, no tiene objetivos y metas por lo menos hasta 2025.
