El proceso de Jaime Lozano con la Selección Mexicana comenzó este fin de semana con los mismos moleros por Estados Unidos y desafortunadamente, los mismos resultados.
Parecía que después de esa Copa Oro que cosnguieron hace algunos meses comenzaría una verdadera nueva era en el conjunto tricolor, qué equivocado estaba.
Dos empates contra selecciones de medio pelo (con el debido respeto) en las que solo se ocuparon para hacer que la raza mexicana en los Estados Unidos gastara unos buenos dólares.
Quieren pintar a que en ambos se vino de atrás como la remontada del año EN PARTIDOS AMISTOSOS FRENTE A AUSTRALIA Y UZBEKISTÁN.
Si bien, no se puede comenzar a juzgar desde ya el proceso de Jaime Lozano, tampoco se trata de solapar todo lo que haga el nuevo técnico de la Selección Mexicana.
Aunque ya no vimos a (casi) los mismos jugadores, el nivel defensivo está para llorar. Una de las zonas más endebles del tricolor para mejorar en los siguientes partidos.
San Memo Ochoa no puede hacer todo y aunque se comió un par de goles, el arquero mexicano necesita competencia INMEDIATA porque no hay quien lo quite de aquí a 2026.
Estos resultados pueden ser engañosos y aunque no fueron elegidos por esta nueva administración, las pruebas ante Alemania y Ghana de octubre pueden ser mejor parámetro para juzgar.
De momento, una Selección Mexicana con nuevas caras siempre aporta pero no si van a sacar los mismos o peores resultados que años atrás.
