Todo parece indicar que el Paris Saint Germain se sacó la lotería con el fichaje de Lionel Messi, al menos los números financieros así lo hacen notar en el club galo con una gran estrategia de merchandising y redes sociales que ha hecho que el fichaje del astro argentino esté pagado al menos en este primer año.
El argentino firmó con la entidad parisina por 80 millones por campaña, de los cuales, 40 son en salario neto y los 40 restantes son en incentivos, retos e impuestos, sin embargo, la buena mercadotecnia, el gran reclutamiento de patrocinadores y la gran exposición en redes sociales del argentino en el club han hecho que se amorticen las cantidades que los jeques árabes han pagado a Messi por jugar en Francia.
Hay patrocinios que no se mueven o modifican por la llegada de La Pulga al PSG como los derechos de televisión o los abonos en el Parque de los Príncipes pero si los de los patrocinadores no convencionales como Crypto.com, una plataforma de criptomonedas que pagará entre 25 y 30 millones de euros por tres años.
La marca de ropa de lujo Dior también será patrocinador al vestir a los jugadores y cuerpo técnico fuera de las canchas, además de las ya pactadas Accor, cadena hotelera que goza del sponsor principal en la camiseta parisina y por supuesto Nike, multinacional deportiva que hace la indumentaria del equipo.
En el caso de Nike, el PSG ve una gran fuente de ingresos con las camisetas vendidas con un 30% de los 140 euros en promedio que cuesta cada piel del club. Ahí Neymar fue importante, ya que desde 2017 que llegó el brasileño, el PSG factura un millón de camisetas al año, esperando que con Messi, esa cifra crezca entre un 30 y 40 %.
Las redes sociales son un motor de comercialización fundamental para que estos números se den en el cuadro galo, ya que con el arribo de Leo, los seguidores aumentaron 20%, superando a la Juventus de Turín y sólo quedándose por debajo de Barcelona, Real Madrid y Manchester United.
Incluso Messi podría ayudar a Catar en lo NO deportivo con la limpia de la imagen del emirato de Catar en el Golfo Pérsico. Controlado desde 2010 por un fondo de inversión soberano catarí, el PSG ha sido el mejor embajador de un país que ha sido criticado por organizaciones de derechos humanos por las condiciones de los trabajadores de las obras para el mundial de fútbol de 2022.
