El más grande de la historia del basquetbol profesional, Michael Jordan, ha cumplido 60 años de edad, mismos en los que ha maravillado a propios y extraños, en donde se ganó el cariño de todos los aficionados al basquetbol.
A lo largo de sus casi dos décadas en los que estuvo en las duelas, Jordan también ha dado de que hablar con sus frases más icónicas y que han marcado a mucha gente a lo largo de todos estos años.
Sin duda una de las más recordadas es cuando comenta todo el recuentro que ha tenido en su carrera, a pesar de ser el más grande, Jordan también ha fallado, también ha estado viendo el éxito desde lejos.
“He fallado más de 9,000 tiros en mi carrera. He perdido casi 300 juegos. Veintiséis veces, se me ha confiado para tomar el tiro ganador y lo he perdido. He fallado una y otra vez en mi vida. Y es por eso que tengo éxito”.
Siempre sabido, emulando aquella frase que tienen dentro del futbol americano. Michael hace alusión que el trabajo en conjunto y sobre todo la inteligencia es la que gana campeonatos dentro de la duela.
“El talento gana juegos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos”.
Un gran depredador era Michael, tanto que hasta en sus frases lo hacía evidente, debido a que para él los rivales jamás debían parpadear ante su figura.
“Mírame a los ojos. Está bien si tienes miedo. Yo también. Pero tenemos miedo por diferentes razones. Tengo miedo de lo que no voy a ser. Y tienes miedo de lo que podría llegar a ser. Mírame. No me dejaré terminar donde comencé”.
Hacer un tiro requiere de mucha práctica, así mismo si se hace durante muchas horas serás un buen tirado, pero si no lo haces de la mejor manera de nada servirá tantas horas.
“Podrás practicar un tiro 8 horas al día, pero si tu técnica es incorrecta, solo serás muy bueno tirando canastas de manera incorrecta. Estudia los fundamentos y el nivel de todo lo que hagas mejorará”.
Nunca te des por vencido, es algo que siempre caracterizó a Michel Jordan quien asegura que el fracaso puede ser aceptado, pero jamás se fracasará cuando no se intenta.
“Puedo aceptar el fracaso; todos fracasan en algo. Pero no puedo aceptar el no intentarlo”.
