Lo que parecía una fiesta total para el París Saint-Germain terminó convertido en un choque de calendarios. La Ligue de Football Professionnel (LFP) decidió reprogramar el clásico francés frente al Olympique de Marsella para el lunes 22 de septiembre, justo a la misma hora en la que se celebrará la ceremonia del Balón de Oro 2025 en París.
La medida responde al fuerte temporal que azotó el sur del país, con lluvias intensas y alerta naranja de seguridad. Originalmente el partido debía disputarse el domingo 21, pero el mal clima obligó a moverlo un día después, amparados en el artículo 548 del reglamento de la liga.
Dembélé y Doué, los únicos parisinos en la gala
Aunque el PSG es uno de los equipos con mayor representación entre los nominados, la mayoría de sus futbolistas no estarán presentes en la entrega de premios. Achraf Hakimi, Vitinha, Nuno Mendes, Fabián Ruiz o Khvicha Kvaratskhelia deberán concentrarse con el equipo para el duelo en el Vélodrome.
La excepción corre por cuenta de Ousmane Dembélé, candidato al Balón de Oro y considerado favorito al trofeo, además de Désiré Doué, aspirante al Golden Boy. Ambos se encuentran lesionados y no fueron convocados para el encuentro, lo que les permitirá asistir a la gala en la capital francesa.
Communiqué officiel de l'Olympique de Marseille
— Olympique de Marseille (@OM_Officiel) September 21, 2025
Un mismo país, dos escenarios
La decisión de la LFP es lógica desde lo deportivo y en materia de seguridad, pero no deja de resultar llamativa: el clásico francés y la premiación más importante del futbol mundial se jugarán prácticamente en paralelo.
París, que esperaba disfrutar de su gala con la presencia de varias estrellas locales, verá cómo buena parte de los jugadores del PSG deben poner por delante la exigencia de la liga. Una paradoja que deja claro lo complejo que puede ser el calendario cuando el clima entra en juego.