El Atlas es bicampeón a lo Atlas; una historia que no se debe de repetir

El Atlas perdió el partido del vuelta de la gran final de la Liga MX ante el Pachuca, aunque la ventaja en el marcador global los hizo levantar el título del Clausura 2022.

Hace un año, el ayuno de 70 años sin títulos para el Atlas quedó en el olvido tras conseguir el campeonato del Apertura 2022 contra el León. Este domingo el Bicampeonato de la Liga MX se hizo realidad ante un Pachuca que intentó pero no pudo con el estilo de juego de los rojinegros y las polémicas decisiones arbitrales en su contra.

Pero para entender todo el éxito del club rojinegro, también hay que tocar los puntos que los hicieron tocar la gloria en un lapso muy corto de tiempo.

Del descenso al campeonato

La compra del club tapatío por parte de Grupo Orlegui, dueños también de Santos Laguna y que tiene en su figura de poder al controversial Alejandro Irarragorri, se dio en mayo del 2019, cuando TV Azteca decidió que no podía más con los problemas de descenso que atravesaba el equipo. Irónicamente, el descenso desaparición de la competencia mexicana y el club ahora propiedad de Orlegui Sports dejó de padecer.

Diego Cocca aterrizó en 2020 para comandar un barco que no dejaba de ser de media tabla. La fortuna le sonrío cuando los directivos desmantelaron al hermano mayor, el Santos, para rescatar a un cuadro, que lo que más valor tenía, radicaba en su fiel afición.

Las liguillas llegaron y con ello las mieles del éxito. Ahí el Atlas lució determinante pero también frágil si se habla de disciplina. En los cuartos del Apertura 2021, Monterrey sufrió con un penal dudoso que le dio el pase al Atlas, ya en semis, los rojinegros pasaron a la final con una expulsión de Dinneno y un penal claro no marcado a favor de los universitarios.

En las finales, el gol de Aldo Rocha que mandó el alargue contra el León se dio por valido cuando el juez de línea había sancionado fuera de lugar, ahí el VAR no hizo nada. En la siguiente final de vuelta contra el Pachuca, Erick Sánchez sufrió un entrada de Santamaría que no fue marcada como pena máxima, lo que si ocurrió con una mano de Aceves, que Julio Furch intercambió por el gol que a la postre significaría el bicampeonato.

Es inevitable pensar que en la Liga MX y en la FemexFut no pesa el apellido Irarragorri, tampoco es descabellado pensar que el arbitraje luce tendencioso si en la grada está el personaje que busca hoy más que nadie el “avance del futbol mexicano”, inclinándose hacia los vecinos del norte y no hacía la CONMEBOL, donde está el primer mundo futbolístico.

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