El FC Barcelona cerró su primer temporada sin títulos desde la 2006/2007, año en que Lionel Messi comenzaba a consolidarse como uno de los mejores futbolistas de la historia.
Al comienzo de temporada el Barcelona anunciaba que Lionel Messi no continuaría con el equipo debido a los problemas económicos heredados por Josep María Bartomeu, por lo que Messi tuvo que salir con rumbo al PSG.
Un comienzo titubeante de temporada ponía en la cuerda floja a Ronald Koeman, pues de momento se encontraba fuera de puestos de Champions League y prácticamente eliminado de la competición.
La eliminación de Copa, el “descenso” a Europa League y la distante situación en liga terminaron por que Joan Laporta tomara la decisión de destituir al holandés, dando pie a la llegada de un Cruyffista al banquillo.
La llegada de Xavi Hernández reinventó a un equipo hundido, algunas contrataciones por parte de Matheu Alemany y Jordi Cruyff le dieron piezas ofensivas para pelear el objetivo: conseguir puesto de Champions League.
No hubo milagro, y Barcelona no consiguió ganar la Europa League, sin embargo el rendimiento y actitud del equipo reflejó el inicio de la era Xavi, que promete un futuro mejor para el club de sus amores.
“No podemos permitirnos otra temporada sin títulos. Estamos en el mejor club del mundo y vamos a pelear por que vuelva a lo más alto”
Ahora, con la conclusión de la temporada, Xavi tendrá tiempo y flexibilidad para planear su proyecto de cara a la 22/23, con fichajes como el de Andreas Christensen, Frank Kessie y el mismo Robert Lewandowski tocando la puerta blaugrana.
