El nombre de Julián Quiñones volvió a encender las conversaciones en el entorno de Cruz Azul, donde su posible llegada ha dividido por completo a la afición. Aunque no existe ningún acercamiento formal, el delantero colombiano naturalizado mexicano, actualmente en el Al Qadsiah de Arabia Saudita, ha sido colocado como opción en los rumores de mercado, lo que bastó para generar debate en redes sociales y entre la prensa deportiva.
Más allá del ruido mediático, la realidad es que su fichaje parece complicado. Quiñones tiene contrato hasta 2028 y percibe un salario superior a los 4 millones de euros anuales, cifras que hacen prácticamente inviable un traspaso inmediato. Además, desde Arabia no existe interés en dejarlo salir y, de acuerdo con fuentes cercanas al futbolista, el jugador no contempla regresar a la Liga MX en el corto plazo. Incluso, América también estaría interesado en repatriarlo, lo que añadiría mayor competencia en caso de que el delantero quisiera volver a México.
La nación cementera se mostró dividida frente a esta posibilidad. Para algunos seguidores, sería un refuerzo de jerarquía, capaz de aportar potencia ofensiva y experiencia en partidos decisivos. Incluso, hubo quienes vieron en este hipotético fichaje una revancha simbólica contra América, similar a lo que ocurrió con la llegada de Carlos Hermosillo en los años noventa.
Sin embargo, otro sector de la afición rechazó de manera tajante la idea de ver a Quiñones vestido de celeste. Los críticos argumentaron que su pasado con el América lo marcaría negativamente desde el inicio y que su perfil futbolístico no encajaría en el sistema de Nicolás Larcamón. “Ni regaladooo, no tiene perfil para la Máquina”, escribió un aficionado, reflejando la postura de quienes consideran que su llegada sería más un error que un verdadero bombazo.
