El ciclo del Tata Martino era para dar personalidad, no para sufrir con la clasificación
¿Qué queremos en el futbol mexicano?. Esa es una pregunta que tiene diferentes respuestas según quien la conteste; los aficionados dirán que trascender en un Mundial debe ser una prioridad; los directivos en cambio verán que el dinero importa y mucho; los medios de comunicación a cuadro rogaran por el ámbito deportivo pero saben que las notas calientes son lo suyo.
Gerardo «Tata» Martino respondió a este cuestionamiento con lo que su visión le dio: un ciclo «corto» de 4 años para cumplir el ahora y olvidar el proyecto de una selección de 8 años con miras a «nuestro» Mundial en 2026. Los directivos se conformaron y confiaron en el entrenador «elite» que contrataron y le dejaron ir a Argentina por lapsos largos de tiempo después de cada partido.
Hoy hacemos cuentas para ver si el pase directo a Qatar 2022 se consigue de forma directa o tenemos que pasar por el repechaje, que a día de hoy se ha convertido en un autentico volado, pregúntele a los italianos.
Pero, ¿no se supone que el Tata llegaba para para dar personalidad, estilo y el camino para ser una selección «Clase A»? y no para tronarnos los dedos en las eliminatorias de la CONCACAF, que dicho sea de paso, atravesó uno de sus peores niveles en los últimos 20 años a excepción de Canadá.
Hace unos días, un colega me dijo, «hey, Brandon, no se te olvide que la Selección Mexicana tomó al Tata en decadencia más que en una lucidez futbolística superlativa», y ¡es verdad!. Martino venía de ganar la MLS con el Atlanta United pero también traía cargando el estrés de perder LaLiga con el Barcelona de una manera inaceptable, perder dos finales de Copa América con Argentina y tener muy lejos los éxitos con la Selección de Paraguay, allá por el 2010.
Mi colega no dijo ninguna mentira, el técnico de clase mundial se nos acabó en los dos primeros años, los dos últimos ha sido medianito.
Definitivamente se estará en Qatar, pero que quede claro, el futbol del cuadro mexicano no da para aspirar a mucho en lo futbolístico, porque en lo monetario, las arcas de la FemexFut se llenaran hasta el tope.
