Las autoridades australianas denegaron este lunes la petición del tenista serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, para que se relajen de las medidas de cuarentena de los tenistas que participarán en el Open de Australia, que se celebrará del 8 al 21 de febrero.
Novak de 33 años, quien al igual que algunos tenistas como Rafa Nadal se encuentran en la ciudad de Adelaida cumpliendo con su confinamiento para poder participar en el Open de Australia le envió al CEO Craig Tiley, una carta con seis puntos para mejorar las condiciones de los jugadores, en la cual pidió el traslado de los jugadores a viviendas privadas con canchas de tenis para entrenar, la autorización para que los visite su entrenador o preparador físico si han pasado las pruebas para detectar la Covid-19, reducir los días de aislamiento, entre otras demandas.
«La gente es libre de presentar una lista de demandas, pero la respuesta es no», dijo el jefe del gobierno del estado de Victoria, Daniel Andrews, en una rueda de prensa en Melbourne en la que recalcó que las medidas sanitarias impuestas en torno al Open de Australia «fueron expuestas claramente de antemano».
«No hay trato especial para nadie», recalco Andrews al ser preguntado por la petición del número 1 del mundo.
Victoria, que fue el epicentro de la segunda ola de Covid-19 en Australia tras fallos en las cuarentenas de los viajeros en los hoteles de Melbourne, reportó este lunes su décimo segundo día sin infecciones locales, aunque cuatro de los contagios entre los viajeros internacionales están vinculados al Open de Australia.
Este pasado fin de semana, cinco pasajeros dieron positivo por Covid-19 en tres de los 17 vuelos chárter que llevaron a los jugadores y sus entrenadores hasta Australia. Y los 72 jugadores que estaban a bordo, algo más de una cuarta parte de los 256 participantes en el Open, no tendrán derecho a entrenar durante las dos semanas que deben permanecer confinados para evitar la propagación del virus.
Los 72 jugadores han sido obligados a estar confinados en sus habitaciones de hotel en Melbourne, sin la posibilidad de salir cinco horas para entrenar, lo que ha causado el descontento entre varios de ellos.
