La selección de Japón derrotó al combinado de Estados Unidos, por tres carreras a dos, en la final del Clásico Mundial de Béisbol.
Japón logró venir de atrás una vez más, como lo hizo en la semifinal ante México, para doblegar al equipo estadounidense y conseguir su tercer trofeo del certamen.
El cuadro de las barras y las estrellas, se puso por delante en la parte alta de la segunda entrada con el cuadrangular solitario de Trea Turner, quien tuvo una gran actuación a lo largo del torneo, empatando el récord de más ‘vuelacercas’ en un sólo Clásico Mundial, con 5.
Pero apenas en la parte baja de ese mismo inning, Munetaka Murakami, conectó un home run que logró darle el empate al conjunto nipón.
En esa misma entrada, Japón le dio la vuelta al partido con el rodado de sacrificio que permitió a Kazuma Okamoto llegar a home y poner 2-1 el marcador en favor de los asiáticos.
Precisamente fue Okamotot quien, en la cuarta entrada, pegó un tremendo batazo que se fue sobre la cerca del jardín izquierdo y puso ventaja de dos carreras en favor de los nipones.
La novena norteamericana intentó acercarse y, en la parte alta de la octava, lo consiguió gracias al cuadrangular de Kyle Schwarber, que significó ponerse a una carrera de distancia, todavía con entrada y media por jugarse.
Sin embargo, la estrella japonesa, Shohei Ohtani manejó el poderío ofensivo de Estados Unidos y, desde la lomita, ponchó a Mike Trout para conseguir el último out del partido y darle la victoria a Japón.
Los campeones son apenas el segundo equipo de la historia de los Clásicos Mundiales de Béisbol, en llevarse el trofeo de manera invicta, luego de que República Dominicana lo consiguió en 2013.