El equipo mexicano volvió a dar una actuación de las que ya estamos acostumbrados a ver en los últimos años, ya no digamos meses. Dicen que el peor ciego es el que no quiere ver, esto nos esta pasando y sobre todo a los directivos de la selección mexicana quienes siguen manteniendo un proyecto que ilusionaba mucho, pero que no ha rendido como esperaban o querían.
La actuación ante Uruguay solamente nos deja claro que no sabemos a que va ir la selección mexicana a la Copa del Mundo, viendo este partido y el juego de Argentina en Wembley es de preocuparse, ya que el equipo de Martino no muestra cartas fuertes para vencer a la albiceleste.
Que tan mal juega la selección que hasta los paisanos ya están hartos, se escuchó el Fuera Tata durante el partido, una acción que es poco habitual, ya que los mexicanos en la unión americana, no se quejan de nada, ni de que selección va a jugar, es por eso que ahora si están enojados.
De que sirve cambiar al entrenador, el que venga va a convocar a los mismos jugadores, no va haber un cambio de raíz. Si se llegará a ir Martino estarán tirando tres años y medio de proceso, eso que a los directivos poco les importa.
Pero si se va, quién llega, no hay elección, muchos ponen en la conversación al entrenador de Tigres, ese que no sabe ni poner una alineación, que por ese error en caso de que Tigres hubiera avanzado debería quedarse sin trabajo.
Otra opción se llama Diego Cocca, no es del juego más vistoso, pero efectivo, solo que ahí tendría que jugar Santamaría, Nervo, Rocha, Camilo, Quiñones y Furch si no prácticamente sería lo mismo.
Dejemos de pensar que solo es culpa del entrenador, los que juegan en la cancha no cuentan, hay culpas compartidas, futbolistas y cuerpo técnico. Estos jugadores que en su mayoría llevan más de cinco años arrastrando la cobija en sus equipos y en la selección.
Y como siempre decimos, una cosa es jugar en Europa y otra estar, selecciones como Argentina y Uruguay tienen jugadores que juegan, mientras que México tiene jugadores que están.
Que se gana con correr a Martino, que sí, argumentos tiene, su equipo juega muy mal, pero también los jugadores no demuestran nada, no tienen hambre y hablemos solo de los que están en la selección, los que no están convocados dejémoslos a un lado, no hablemos de ellos.
Cinco meses para tratar de despejar esas dudad que genera la selección, cinco meses para dejar de hacernos castillos en el aire y que los jugadores y cuerpo técnico se pongan las pilas, por que es probable, muy probable que sea la primera vez que veamos a México quedarse en la primera ronda.
