San Diego soñó, empujó y lo intentó hasta el final, pero la noche terminó siendo canadiense. Vancouver Whitecaps conquistó la Conferencia Oeste con un 1-3 contundente en el Snapdragon Stadium y avanzó a la MLS Cup, donde enfrentarán al Inter Miami de Lionel Messi. El mexicano Hirving “Chucky” Lozano entró para cambiarle la cara al equipo… y vaya que lo logró, pero su gol no alcanzó para sostener un sueño que duró apenas unos minutos.
Un golpe durísimo desde el arranque
El partido inició con Vancouver mostrando por qué ha sido uno de los equipos más sólidos del torneo. Antes de los 20 minutos ya habían demostrado personalidad, intensidad y, sobre todo, una claridad que San Diego no encontró en toda la primera mitad.
Primero llegó el 0-1: Brian White, después de una jugada llena de triangulaciones, simplemente empujó el balón. Dos minutos después, en un caos total dentro del área, el guardameta mexicano Pablo Sisniega, a quien la noche le pesó como pocas veces, terminó marcando en propia puerta tras una serie de rebotes. Un 0-2 que cayó como baldazo de agua helada.
San Diego intentó reaccionar. Pellegrino tuvo una clarísima, Takaoka evitó el gol y el equipo californiano, poco a poco, comenzó a asentarse… hasta que otra vez Vancouver golpeó. Ahmed desbordó por izquierda y White firmó su doblete empujando con el pecho para el 0-3 que sentenciaba prácticamente la serie antes del descanso.
Entró el Chucky… y cambió todo
Era evidente: San Diego necesitaba una chispa. Y esa chispa tuvo nombre y apellido. Hirving Lozano ingresó para el complemento y su impacto fue inmediato. Intensidad, conducción, regates, centros peligrosos… y personalidad en un momento donde cualquiera se esconde.
Al 60’, el mexicano sacó un disparo desde fuera del área que fue desviado por la defensa y terminó en el fondo. Gol del Chucky. 1-3. Un rayo de esperanza, una reacción emocional, un recordatorio de que los grandes siempre aparecen, incluso en contextos adversos.
Minutos después, Lozano casi firma la asistencia del partido: un balón exquisito al corazón del área que parecía medio gol… pero apareció una atajada monumental de Takaoka para evitar el 2-3. Ahí, literalmente, se frenó la remontada.
Our run has come to an end. pic.twitter.com/HTffCH6Aq6
— San Diego FC (@sandiegofc) November 30, 2025
Vancouver, campeón del Oeste; Chucky, la nota más alta de San Diego
El resultado es claro: 1-3 y Vancouver campeón del Oeste. White firmó un doblete, el equipo de Thomas Müller jugó con jerarquía, madurez y contundencia, y ahora tendrán la oportunidad de enfrentar a Messi, Suárez, Busquets y compañía por el título de la MLS.
Para San Diego, queda una sensación mezcla de orgullo y frustración. Orgullo por competir hasta el final. Frustración por lo que pudo ser. Y dentro de todo, una certeza: el Chucky Lozano fue lo mejor del equipo, el que prendió la chispa, el que cambió la energía y el que dejó claro que, cuando él está en la cancha, siempre pasa algo.
