La nadadora japonesa de 20 años, Rikako Ikee fue diagnosticada con leucemia en el 2019 y creía haberse perdido los Juegos Olímpicos a disputarse en su propia tierra en 2020. Sin embargo, el aplazamiento de la justa deportiva al 2021 le hizo posible representar a su país en el magno evento.
Ikee se quedó con el torneo nacional de su país, que tenia como recompensa un boleto para los olímpicos en el relevo de 4×100 con un tiempo de 57´92 segundos en los 100 metros de mariposa en el Centro Acuático de Tokio.
Momentos después de haber concluido la carrera y con el sentimiento de haber superado una difícil enfermedad, Ikee habló ante los medios con lagrimas en sus ojos y aseguró: “Nunca pensé que sería capaz de ganar en los 100. Tenía menos confianza que en las clasificatorias de hace cuatro años y pensaba que solo podría ganar en un futuro lejano”.
Además, la japonesa tocó el tema de su padecimiento y de cómo lo superó:
”La verdad es que había entrenado para ganar y me decía a mi misma ‘he vuelto’ cuando iba a empezar la carrera”.
Rikako Ikee en entrevista post a la competencia.
Las esperanzas de Rikako por estar en los juegos de Tokio 2020 se habían esfumado, por lo que ya tenía la mira postrada en los de París 2024, pero la postergación del certamen asiático le devolvió la ilusión y tomó la iniciativa para conseguir un puesto en los olímpicos con un acto realmente heroico de superación personal.
En el palmarés de Ikee figuran seis medallas de oro de los Juegos Asiáticos de 2018 disputados en Indonesia, aunque anteriormente ya había recibido dos preseas doradas en el Mundial de Natación Junior de Singapur en los 50 y 100 metros de mariposa.
