La Selección Mexicana Sub-20 se prepara para encarar uno de los desafíos más exigentes del verano: el Torneo Maurice Revello, anteriormente conocido como Esperanzas de Toulon, y lo hará con tres de sus joyas más prometedoras: Amaury Morales (Cruz Azul), Stephano Carrillo (Feyenoord) y Hugo Camberos (Chivas). Estos jóvenes futbolistas, que originalmente figuraban en la prelista para la Copa Oro 2025, han sido asignados al combinado juvenil, en una decisión que apunta a fortalecer el desarrollo de talento mexicano en escenarios internacionales.
La coincidencia de fechas entre el torneo en Francia y la Copa Oro obligó a la Federación Mexicana de Futbol a tomar una decisión estratégica. Si bien la Sub-20 pierde elementos de jerarquía para el certamen de Concacaf, gana presencia y proyección en un escaparate mundial que ha sido clave en la carrera de figuras internacionales. Esta apuesta responde a una visión a largo plazo enfocada en el recambio generacional y en preparar a los jóvenes para retos mayores
La decisión ha generado movimientos en ambas selecciones. El técnico Javier Aguirre, al mando del Tri mayor, deberá ajustar su plan sin estos tres talentos que estaban en consideración para la competencia regional. En paralelo, ha llamado la atención la ausencia de Gilberto Mora en la lista Sub-20, lo que ha alimentado especulaciones sobre su posible inclusión en la convocatoria final para la Copa Oro, lo que lo convertiría en una de las sorpresas del torneo.
La actuación del equipo juvenil en el Maurice Revello, donde enfrentará a rivales de alto calibre como Dinamarca, Japón y Congo, será clave para medir el pulso del futbol mexicano en su etapa de transición. Mientras tanto, el desempeño del combinado mayor en la Copa Oro servirá para evaluar qué tan preparado está México para competir con lo mejor de la región.
