Japón sigue irónicamente en el ojo del huracán (es un archipiélago históricamente azotado por los huracanes) en cuanto a los deportes; primero con los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 llevándose a cabo a pesar del colapso del país por COVID-19, luego las protestas por el nulo cierre de fronteras y ahora con la cancelación del Gran Premio de Suzuka debido a los crecientes casos del malicioso virus que ataca a toda la humanidad.
Y es que tras las controversias de los ciudadanos nipones contra el gobierno, este decidió junto con los promotores de la cerrar que fuera cancelado de forma definitiva este año.
La pandemia hizo que la Fórmula 1 tuviera que renunciar a prácticamente todas las carreras no europeas, salvo las rondas finales en Oriente Medio en 2020. Eso provocó que los horarios de todas las carreras fuesen asequibles para Europa, pero muy inoportunos para el resto de mercado del mundo.
Este 2021 se han tenido que adecuar a un calendario con varias carreras en un mismo circuito o en escenarios que no estaban en el guión original para recibir a la máxima categoría automotriz.
Es el caso de Austria, que acogió dos veces una carrera grande en el circuito Red Bull Ring primero en la Steiemark el 27 de junio y luego el GP de Austria el 4 de julio.
La mis situación pasa con Italia; primero con el GP de Emilia-Romaña en el circuito de Ferrari el 18 de abril para luego tener el GP de Italia en Monza el próximo 12 de septiembre.
El circuito de Suzuka ha sufrido las consecuencias de cargar con las protestas de la justa olímpica. Es decir, la Fórmula 1 pagará los platos rotos que dejó el Comité Olímpico Internacional en tierras japonesas.
El GP del país del sol naciente se disputaría el 10 de octubre entre los grandes premios de Turquía en Estambul y Estados Unidos en Texas.
