La batalla co-estelar de la noche entre Jessie Rodríguez contra Israel González favoreció a la joven promesa del boxeo que no ha parado de maravillar al mundo del deporte.
El púgil estadounidense, que se convirtió en campeón mundial del título supermosca, defendió su cinturón ante el mexicano, quien a pesar de dar un buen combate no tuvo lo suficiente para convencer a los jueces en sus tarjetas.
Un buen intercambio de golpes a lo largo del combate le hizo acumular puntos al campeón, poco a poco sentenciando el combate a su favor para sumar argumentos que le valieron el quedarse con el título de campeón.
Un par de golpes indebidos hicieron que hubiera polémica alrededor del combate, sin embargo los jueces no lo vieron así y Rodríguez mantuvo el campeonato con una decisión unánime.
