Asistir a los Juegos Olímpicos a toda costa, incluso por encima de la identidad nacional

¿Cómo explicar algo tan trascendental como la identidad nacional en el deporte?. Esa dosis de energía y valentía que muchas veces saca el mejor nivel en los deportistas de alto rendimiento por amor al país que representan, a su gente y su cultura.

Aquí un bosquejo:

El deporte se cimenta en una palabra con mucho significado y trascendencia, “sueños”. De ahí parte la ilusión de muchos deportistas para cumplir con las metas trazadas, no importa cuan difíciles sean.

Con esa premisa deportiva, podemos explicar la complejidad de asistir a unos Juegos Olímpicos; primero, clasificar a la máxima justa deportiva del mundo te pone ya en un nivel importante, ya que un porcentaje muy pequeño es el que logra representar a su país en un evento de tal magnitud.

En un nación de más de 120 millones de personas, la delegación mexicana que viajó a Tokio 2020 se conformó por 163 atletas aztecas.

Otro dato revelador es que en la historia del deporte mexicano solo se han conseguido 71 medallas olímpicas, una cifra muy pobre en comparación con las más de 500 preseas de un país como Australia que tiene una población de poco más de 25 millones de habitantes. Ahí radica la dificultad de los mexicanos en el panorama olímpico.

Después viene el orgullo de representar a tu país, tener la posibilidad de obtener una medalla olímpica y que la bandera de tu nación así como el himno nacional se vean y se escuchen en lo más alto del podio.

Competir en los JJOO a costa de lo que sea

La selección de Sóftbol, un caso atípico pero útil para describir la poca identidad nacional.

Casi todas las jugadoras que conformaron esa selección juegan para la liga de Sóftbol de la NCAA de Estados Unidos, es decir, son estadounidenses con raíces mexicanas, papás mexicanos o incluso abuelos, pero ellas nacieron en territorio vecino y su carrera deportiva la desarrollan en Universidades de dicho país.

De las 15 jugadoras que este miércoles del roster mexicano, 14 nacieron en Estados Unidos, pues solo Stefanía Aradillas lo hizo en México, en la capital del país. Ella es la única que habla español como primer idioma junto a Sashel Palacios, oriunda de Chula Vista, California.

Algunos especialistas las llamaron “el equipo B de Estados Unidos”, y es que durante todos los encuentros que sostuvieron en Tokio, la comunicación siempre fue en el idioma inglés.

Aquí caemos en el ejemplo que indigna a todo México; la selección olímpica de Sóftbol que compitió en Tokio 2020 y que se quedó a la orilla de la medalla de bronce perdiendo ante Canadá, desdeñando los uniformes con que representaron a su país.

El tema lo destapó la boxeadora mexicana Brianda Tamara, que descubrió que dicha selección tiró a la basura sus uniformes en la Villa Olímpica.

Brianda tomó las fotografías de las casacas de las mexicanas dentro de bolsas de basura y mencionó que con cierta desepción a través de Twitter que “el uniforme representa años de esfuerzos, sacrificios y lagrimas”.

“Este uniforme representa años de esfuerzos, sacrificios y lágrimas. Todos los deportistas mexicanos anhelamos portarlo dignamente, y hoy tristemente el equipo mexicano de Sóftbol lo dejó todo en la basura de las villas olímpicas”

Brianda Tamara, boxeadora olímpica

Las criticas no se hicieron esperar por parte de atletas, medios de comunicación y aficionados, sin embargo, el presidente de la Federación Mexicana de Softbol, Rolando Guerrero, respondió que tuvieron que dejar los uniformes por exceso de equipaje en una entrevista con Marca Claro.

“Nosotros, desde que íbamos, nos dijeron que eran dos maletas de 23 kilos. Desde que íbamos las maletas ya iban en 23 kilos… Yo no sé por qué los mismos mexicanos nos queremos estar haciendo mala publicidad, yo amo a todos los deportes de México”.

Rolando Guerrero, presidente de la Federación Mexicana de Softbol

Ante esta situación, el presidente del Comité Olímpico Mexicano reaccionó de forma contundente al decir que las seleccionadas de Softbol prefirieron llevarse algunos recuerdos de Tokio que sus uniformes.

“Prefirieron llevarse las almohadas y las colchas de las camas de la Villa Olímpica en lugar de que se llevaran los uniformes. Los hubieran donado a quienes más los necesitan como se estila en muchas ocasiones por solidaridad al país donde uno acude a Olímpicos”.

Carlos Padilla, Presidente del COM

Incluso mencionó en reiteradas ocasiones que la selección de Softbol presentó un uniforme diferente para competir al de la marca que patrocina a la delegación mexicana en Tokio y que no quisieron portar la bandera de México en dicho uniforme de competencia, aunque si usaron el uniforme casual que llevaba la bandera tricolor.

Se tomarán medidas contra las jugadoras de Softbol por tirar uniformes a la basura. Desecharon uniformes con la bandera mexicana y eso es inadmisible”

Carlos Padilla, Presidente del COM

Así la identidad se perdió en cuestión de días para el deporte mexicano; el Sóftbol en Tokio cerró sus telones y las “mexicanas” que representaron a su nación volvieron al sueño americano que tanto les ha dado, excepto la posibilidad de asistir a unos Juegos Olímpicos.

La lengua madre seguirá siendo el inglés para ellas, se graduaran en una Universidad en los Estados Unidos y los mexicanos nos quedaremos con ese Cuarto Lugar como premio de consolación.

Total
0
Shares
Nota Anterior

Los grandes planteles que tendrán Canadá y USA para el Mundial de 2026

Siguiente Nota

Agenda de los atletas mexicanos en Tokio 30 de julio

También te puede interesar