Actor de reparto: es el actor cuyo texto no supera las 30 líneas, con un máximo de éstas en 60 espacios mecanografiados, y que no llega a tener las características del secundario.
La llegada de Lionel Messi al Paris Saint-Germain en el verano del 2021 iluminó la Torre Eiffel, puso de cabeza el internet e hizo que las ilusiones de los aficionados parisinos crecieran al por mayor, sin embargo, la realidad 6 meses después pintó un panorama completamente diferente.
Un simple actor de reparto fue en lo que se convirtió el enganche argentino a su arribo al futbol galo, pues la sombra de Kylian Mbappé y el papel secundario de Neymar y Di María han puesto en entre dicho la importancia de Messi al interior del equipo de la capital francesa.
Y es que, así como un actor de reparto no supera las 30 líneas en un proyecto cinematográfico, Leo no ha alcanzado ni siquiera el doble digito en materia de goles para aspirar a un papel más preponderante con su nuevo club; son 6 goles en total los que tiene el sudamericano con la playera del PSG en 1316 minutos jugados en todas las competencias, 5 en Champions League y sólo 1 en la Ligue One, es decir, un gol cada 219 minutos en promedio.
Estas cifras contrastan de manera importante con los 15 tantos de Mbappé a lo largo de la actual campaña, incluso sabiendo que la joya francesa atraviesa su último año de contrato y las contantes tentaciones del Real Madrid, lo que haría pensar que su rendimiento podría recaer por falta de compromiso, pero nada más que alejado de la realidad si analizamos el presente: Mbappé se echa el equipo al hombro y lidera con futbol a un PSG que encuentra buen futbol en otros nombres a cuenta gotas.
Que si el frío de Francia afecta su funcionamiento en la cancha, que si nunca había jugado en otro futbol que no sea el de España, que si vivir en un hotel merma su tranquilidad y la de su familia, que si Pochettino no es el mejor manejador para un vestuario lleno de egos, que si extraña su vida en Cataluña, que si el esquema no le favorece o que si simplemente no encuentra motivación para ganar con otra playera que no sea la blaugrana. Así de larga es la lista para justificar el pobre funcionamiento del ganador actual del Balón de Oro y con otros 6 en sus bolsillos.
Evidentemente los 41 millones de dólares como salario son por su pasado en tierras catalanas, no por su presente en el futbol europeo. La muestra siempre es y será su antítesis, su eterno rival: Cristiano Ronaldo.
El portugués volvió al Manchester United para sacar el barco a flote en un panorama evidentemente más complicado, pues la Premier League y en general el United significan mayor dificultad por la liga en que compiten y el plantel con que lo hacen.
CR7 lleva 14 goles en Premier y Champions, la mitad de ellos de poder, es decir, que el 50% de sus tantos dan puntos a su escuadra, eso sin contar la inmediatez de su ayuda, pues el jugador luso no tuvo tiempo para pensar si el cambio de liga o si su familia se tenía que sentir cómoda para que diera resultados dentro del campo de juego. Resumiremos todo lo anterior en una sola palabra: MENTALIDAD.
La sentencia en un semestre es clara, Lionel Messi ha quedado a deber en el panorama parisino; en los goles, las asistencias, el liderazgo, la creación de juego y la trascendencia. Lo único donde ha cumplido es el venta de camisetas con 150 mil casacas en menos de 7 minutos en línea a su llegada. Millones de playeras con el número 30 en el dorsal y por ende millones de billetes verdes pero muy escaso futbol.
