Este viernes, el presidente del Barcelona, Joan Laporta, declaró como testigo ante una jueza y abordó los pagos a los Negreira durante su primera etapa al frente del club, entre 2003 y 2010. Laporta sostuvo que mantuvo dichos pagos debido a la utilidad de los informes que recibía y aseguró que “en absoluto” los árbitros favorecieron al Barcelona afirmando que el club era “un ejemplo en el mundo”.
Según fuentes judiciales, Laporta compareció durante aproximadamente una hora ante la jueza de Barcelona que investiga los pagos de 7,3 millones de euros que el club realizó entre 2001 y 2018 al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), José María Enríquez Negreira, y a su hijo Javier.
Laporta, quien en su día llegó a estar imputado en la causa —aunque posteriormente se archivó por prescripción—, explicó que estos pagos eran una situación “heredada” de directivas anteriores. Indicó que desde el área deportiva del club le comunicaron que era necesario mantenerlos debido a la utilidad de los informes que recibían sobre árbitros y jugadores.
Además, aseguró que no conoce personalmente a Negreira ni a su hijo y que nunca ha hablado con ellos. En su segunda etapa al frente del Barcelona, iniciada en 2021, afirmó que el club ha entregado al juzgado 629 informes elaborados por los Negreira que pudieron localizar, aunque aclaró que es probable que no existan más porque ese tipo de documentación se destruyó hace cuatro o cinco años.
Durante su declaración, Laporta fue tajante al afirmar que “en absoluto” los árbitros favorecieron al Barcelona y destacó que el club contaba con un equipo que era “un ejemplo en el mundo”.
Anteriormente, tanto Sandro Rosell como Josep Maria Bartomeu habían argumentado que Negreira y su hijo cobraban del club por servicios de asesoramiento arbitral, y que decidieron mantener estos encargos porque los informes eran considerados útiles desde una perspectiva deportiva.
