La noche en que McLaren volvió a despertar

Lando Norris necesitaba una noche perfecta… o al menos una noche lo suficientemente inteligente como para no dejar escapar todo lo que había construido durante el año. Y en Abu Dhabi, bajo ese cielo que suele decidir campeonatos, el británico firmó la página más importante de su carrera: rompió la sequía de 17 años sin títulos para McLaren y terminó con la era Verstappen.

Un campeón que supo sufrir

Norris llegó a Yas Marina con una ventaja que parecía cómoda, pero que en Fórmula 1 nunca es garantía: 408 puntos, 12 arriba de Verstappen y 16 sobre Piastri. Le bastaba el podio. Nada más. Nada menos.

Desde la arrancada, el guion se complicó. Piastri lo superó en la primera vuelta y Verstappen, desde la pole, se dedicó a hacer lo único que sabe hacer cuando tiene aire limpio: desaparecer. El neerlandés empujó el campeonato hasta el límite, ganó con autoridad y obligó a Norris a correr sin margen para errores.

El británico respondió como lo hacen los campeones: administrando, leyendo la carrera, entendiendo el momento. Cuando Charles Leclerc se le vino encima con neumáticos frescos en las últimas vueltas, Lando encontró ese ritmo escondido que solo aparece cuando la presión pesa de verdad.

Tercero en la meta.
Primero en el mundo.

El fin de una era

Con 423 puntos, Norris superó a Verstappen por apenas dos unidades. Dos. En una temporada donde tres pilotos —Norris, Verstappen y Piastri— llegaron vivos a la última fecha.

El neerlandés, que había estado a 104 puntos del líder en agosto, firmó una remontada brutal: ocho victorias, ocho poles, números de campeón. Pero esta vez, la corona cambió de manos.

Después de cuatro años de dominio total, la era de Max se detuvo en Abu Dhabi.

McLaren vuelve a la cima

El título de pilotos no llegó solo. McLaren ya había asegurado el campeonato de constructores con seis carreras de anticipación, una señal de que 2025 fue, simplemente, su año. Redondo.

Norris se convierte en el campeón número 35 en la historia, el undécimo británico en lograrlo y el primero para el Reino Unido desde Hamilton en 2008. Diecisiete años después, Woking vuelve a levantar un trofeo que se les había escapado por casi dos décadas.

La consagración de un proyecto

Para Lando, este título marca el cierre perfecto de un ciclo que comenzó en 2019. Siete temporadas completas con McLaren, la primera victoria recién en 2024, y un 2025 que lo vio ganar siete veces. Suficiente. Más que suficiente.

No fue explosivo.
Fue paciente.
Y al final, terminó escribiendo el capítulo más esperado por una de las escuderías más históricas del deporte.

La noche en que McLaren volvió a despertar.
La noche en que Lando Norris dejó de ser promesa.

Total
0
Shares
Previous Article

Toluca avanza a la Final… y la bronca en redes roba los reflectores

Next Article

Una noche caótica y un nombre propio en São Paulo