Tras anunciar su retiro del futbol profesional, Carlos Vela cierra una etapa que, si bien estuvo llena de talento, también estuvo marcada por una relación complicada con la Selección Mexicana. Durante años, su ausencia del Tricolor fue tema de debate.
El escándalo de la ruptura
Todo comenzó el 8 de septiembre de 2010, después de un partido amistoso ante Colombia en Monterrey. Aquella noche, varios jugadores organizaron una fiesta privada en la que hubo mujeres, lo que derivó en sanciones por parte de la Federación Mexicana de Futbol.
Vela fue uno de los castigados y, desde entonces, mostró un fuerte descontento con los directivos, en especial con Néstor de la Torre, entonces director de selecciones nacionales.
El conflicto se profundizó con la llegada de Manuel de la Torre (hermano de Néstor), durante su gestión Vela se negó a ser convocado. Pese a vivir uno de sus mejores momentos futbolísticos en la Real Sociedad, el delantero declinó la invitación de Miguel Herrera para disputar el Mundial de Brasil 2014, luego de que el técnico viajó personalmente a España para convencerlo.
No fue sino hasta después de esa Copa del Mundo que Vela aceptó volver, reapareciendo con el Tricolor en la Fecha FIFA en septiembre de 2014. A lo largo de su carrera internacional, disputó dos Copas del Mundo (Sudáfrica 2010 y Rusia 2018), jugando un total de seis partidos. Su único gol en estos torneos lo anotó ante Corea del Sur, vía penal.
En total, Vela jugó 72 partidos con la Selección Mexicana, anotó 19 goles y sumó 9 asistencias. Su única expulsión con el equipo nacional se dio en un partido eliminatorio ante Honduras en 2008.
