Una nueva era en la Selección Mexicana comenzará este fin de semana en la fecha FIFA de septiembre, aunque sin la nueva figura Julián Quiñones.
El delantero lleva siendo el foco de atención en torno a lo que ocurre con el Tricolor desde algunas semanas ante la posibilidad de convocarlo.
Jaime Lozano le abrió las puertas a Julián y a todo jugador naturalizado que esté en el nivel adecuado para representar a la Selección Mexicana.
Sin embargo, han vendido a Quiñones como el Mesías, el salvador, el que todo lo puede y nos llevará caminando a la final del Mundial en 2026.
Pero no es así, no se puede negar que el delantero azulcrema tiene condiciones físicas y futbolísticas que pueden aportar con la selección pero tampoco puede hacerlo todo.
Entramos en una nueva etapa con Jaime Lozano pero el humo lo siguen vendiendo igual o más caro con toda la conversación girando alrededor del naturalizado que eligió a México sobre Colombia.
Julián está cargando con una loza muy pesada, ser el salvador de México, solo espero que no le pase como a Funes Mori y lo revienten después de fallar todo con la verde puesta.
Esta será la nueva cara de la Selección Mexicana en las próximas semanas, un delantero con capacidades pero que solamente tapará el sol con un dedo hasta que México realmente haga algo trascendental.
