Nuevamente, por milésima ocasión la selección mexicana está en crisis, los responsables tienen nombre de dos de los fracasos más recientes en la selección. Bien dicen que la culpa no la tiene el indio, sino el que lo hace compadre.
Así ha pasado con esta selección mexicana de futbol; los únicos culpables no son los entrenadores por no cumplir con sus objetivos, es compartida, los altos mandos también son culpables de poner a personas que todavía no están capacitados para estar con una responsabilidad tan grande.
Luis Pérez llegó a la Sub 20 por compadrazgos, mientras que Mónica Vergara llegó a la femenil por que se pensaba que era la indicada por lograr el segundo lugar en mundial juvenil.
Por otra parte, Gerardo Torrado demostró ser buen líder en la cancha, malo en la dirección de selecciones nacional, no haciendo nada para tener buenos resultados, no teniendo contacto con los entrenadores y haciendo homenaje a lo que era cuando se ponía bloqueador, un fantasma en la dirección.
Yon de Luisa también tiene mucha culpa y debería de quedarse sin trabajo, pero como es amigo del dueño del balón con él no pasa nada, se puede seguir dando lujos y viajes por el mundo con su mujer sin importar si fracasa la selección mexicana.
Por tercera ocasión en 20 años México no estará representado en unos Juegos Olímpicos en futbol por ninguna categoría, esto hasta debería de ser costumbre, pero seguimos presumiendo que somos una potencia en categoría menores cuando el último titulo del mundo se obtuvo hace ya 11 años.
A pesar de los cambios, vendrán personas que ya han estado en el cargo, entre ellos Guillermo Cantú, quien ya estuvo en las selecciones nacionales, que quizá su gestión no fue nada del otro viernes, sin embargo, con esos ‘viejos’ altos mando ahí si se clasificaba a los mundiales y Juegos Olímpicos.