El juego 59 de la Copa del Mundo reunió sobre la grama del Al Bayt a la selección de Francia e Inglaterra. La escuadra campeona del mundo accedió a la semifinal tras vencer por marcador de 2 – 1.
Un juego digno de la Copa del Mundo, en donde el campeón del mundo comenzó a imponer su autoridad para ir al frente y con la dinámica que le caracteriza hacer peligro necesario para abrir el marcador a su favor.
Pero enfrente estaba una selección que iba a jugarle al tu por tu, que en ningún momento le tuvo miedo al campeón. Inglaterra midió fuerzas y vio que podía competir a pesar de que en los primeros minutos se vio ligeramente superado.
A los 17 minutos llegaría un disparo desde fuera del área por parte de Aurélien Tchouaméni quien puso el esférico pegado al poste, muy lejos del arquero inglés para poner el primer gol de la noche y poner en ventaja a Francia.
Inglaterra respondería luego del gol, por lapsos estuvo inquietando a Lloris, pero el arquero estuvo muy atento. Un disparo de tiro libre, una de las más cercanas aproximaciones, pero esto no sería todo. Un penal no se marcó a favor de Inglaterra cuando Kane cayó dentro del área gala.
Para la segunda mitad comenzaría con el penal a favor de Inglaterra. El capitán de los 3 leones, Harry Kane fue el ejecutor de la pena máxima, engañando a su compañero de equipo, metió un fogonazo al ángulo superior del arco.
El juego se empataba 1 – 1 con mucho tiempo por delante. Llegó Francia en el momento menos indicado, cuando no estaba generando mucho peligro, era más evidente el segundo gol de los ingleses que el de los galos.
Inglaterra tuvo una chance más para empatar, el árbitro fue a revisar al VAR una jugada de un hipotético penal, mismo que se marcó tras un caballazo de Hernández sobre Mount. Kane nuevamente a cobrar pero la mandó por los cielos de Doha.
