La historia entre Cruz Azul y el Estadio Azteca seguirá escribiéndose por lo menos hasta el año 2031. Luego de una etapa de incertidumbre sobre su sede, el club cementero ha confirmado su regreso al Coloso de Santa Úrsula tras las remodelaciones que vive el inmueble (ahora llamado Estadio Banorte por motivos de patrocinio), donde volverá a jugar como local al menos por seis años más, mientras se define la construcción de su anhelado estadio propio.
Víctor Velázquez, presidente de La Máquina, ha reiterado la intención de edificar un nuevo estadio para la afición celeste. Sin embargo, aún no existe un proyecto oficial ni una fecha concreta para que esto se materialice. Por lo tanto, el acuerdo vigente con el Estadio Azteca hasta 2031 permitirá al club tener estabilidad mientras se desarrolla o replantea el sueño de contar con un hogar propio.
El regreso al Azteca no será como antes. Las nuevas condiciones tras su remodelación permitirán a Cruz Azul tener una experiencia más personalizada como local. Por primera vez, contará con un vestidor exclusivo, luces LED que podrán adecuarse a su identidad y un cambio visual importante: las gradas ya no tendrán los colores ni logotipos del Club América, lo que ayudará a reforzar la sensación de casa propia, aunque sea compartida.
Desde que regresaron al Azteca en 2018, tras dejar el Estadio Ciudad de los Deportes, los cementeros han vivido momentos memorables. El más destacado, sin duda, fue la histórica coronación en el Clausura 2021, cuando rompieron una sequía de 23 años sin título de liga al vencer a Santos Laguna. Otro momento importante fue el liderato general en el Guard1anes 2021, donde hilvanaron una racha de 12 triunfos consecutivos, récord histórico del club en torneos cortos.
Mientras tanto, para el Clausura 2025, Cruz Azul jugará como local en el Estadio Olímpico Universitario, y no se descarta el uso del Estadio Cuauhtémoc en Puebla para el siguiente semestre. Pero una vez finalizadas las obras del Azteca rumbo al Mundial 2026, La Máquina regresará a lo que ha sido su escenario de triunfos, fracasos y revanchas. El reto será volver a convertir ese recinto en una fortaleza azul hasta que el sueño del estadio propio se concrete.
