El primer encuentro entre los Tigres de Quintana Roo y los Diablos Rojos del México resultó en un interesante duelo donde los Tigres vinieron de atrás para pegar primero.
El partido, a pesar de que los Tigres eran locales, se jugó en el campo del Estadio Alfredo Haro Helú, esto debido a una remodelación del Estadio Beto Ávila en Quintana Roo que obligó a los Tigres a jugar sus juegos de local en el estadio del equipo al que reciben según su calendario.
Los Diablos comenzaron atacando al picheo felino, tomando una ventaja de dos carreras en la parte alta de la primera entrada con un batazo de Khris Davis.
Durante 4 entradas y media no hubo carreras, pero los Diablos volvieron a atacar en la parte alta de la sexta, consiguiendo una ventaja de 5 carreras.
Esto es béisbol y los Tigres orquestaron un rally inmediatamente después, anotando 7 carreras en la parte baja de la sexta, las que fueron suficientes para sellar la primera victoria de la serie en la mayor rivalidad que existe en el Béisbol Mexicano.
