La novela duró poco, pero encendió a medio continente. Allan Saint-Maximin pasó de ser presentado como posible refuerzo “bomba” de Haití para el Mundial 2026… a desmentir por completo cualquier vínculo con la selección caribeña. Y lo hizo con la misma claridad con la que encara a los rivales: directo, sin dejar espacios a la interpretación.
Todo comenzó con un rumor que tomó fuerza por su ascendencia. Hijo de padre haitiano, y con la Selección de Haití clasificada de forma histórica a la Copa del Mundo, las especulaciones no tardaron en aparecer. La posibilidad, en el papel, existía. Pero la realidad era otra.
El mensaje que apagó el fuego
A través de sus redes sociales, el futbolista del Club América decidió cerrar la conversación él mismo, sin intermediarios. Con un mensaje respetuoso, pero firme, Saint-Maximin dejó en claro que no hay intención, ni proyecto, ni conversaciones para sumarse a los Granaderos rumbo a 2026.
Su postura fue contundente:
“Quisiera felicitar al pueblo haitiano y a la selección nacional por esta histórica clasificación. Estoy sinceramente feliz por Haití. Pero, para que quede claro, no hay planes ni proyectos relacionados con la selección nacional de Haití. Mi más sentido respeto a los jugadores haitianos que se ganaron su lugar en este Mundial. Es importante no asociarlos con rumores. Mucha suerte para ellos”.
Sin dramatismos, sin alimentar teorías. Un cierre limpio.
Je tiens à féliciter le peuple haïtien 🇭🇹 et la sélection nationale pour cette qualification historique 🙌🏾
— Allan Saint-Maximin (@asaintmaximin) November 24, 2025
C’est un moment important et je suis sincèrement content pour Haïti.
Je vois que certains ont fait des rapprochements, sûrement parce que je suis Guadeloupéen et Guyanais.… https://t.co/ShgiJoBcqA
Respeto al proceso de Haití
Más allá del desmentido, el francés dejó algo muy claro: no quiere que su nombre le robe mérito a quienes consiguieron la clasificación en la cancha. Haití vive un logro gigantesco y Saint-Maximin se encargó de reconocerlo sin apropiarse de una historia que no le corresponde.
El mensaje también funcionó como un recordatorio para el entorno: clasificarse a un Mundial no es casualidad, y quienes lo lograron merecen ser el centro de la conversación.
Rumor cerrado… por el protagonista
Así, con un mensaje puntual y sin espacio para segundas lecturas, Allan Saint-Maximin terminó con el ruido. No habrá novela rumbo a 2026. No habrá “bomba” haitiana. No habrá convocatoria sorpresa.
Solo queda lo importante: el reconocimiento a Haití, la aclaración del propio jugador y la certeza de que el rumor no va más.
