Jaime Lozano hizo historia en Pachuca, pero no precisamente de la forma en la que el club esperaba. Por primera vez desde 2009, los Tuzos cerraron un torneo sin debutar a ningún canterano, rompiendo una de las tradiciones más importantes en la identidad del equipo.
Lozano, quien llegó en mayo con la etiqueta de ser un técnico que confía en los jóvenes, dirigió 24 partidos entre Liga MX y torneos internacionales, pero nunca volteó a ver a la cantera. Un dato que pesa en una institución que presume haber formado a figuras como Hirving Lozano, Erick Gutiérrez o Kevin Álvarez.
El exseleccionador nacional fue contratado con la promesa de mantener viva la filosofía formativa del club. Sin embargo, el discurso se quedó corto: ningún jugador surgido de las fuerzas básicas debutó durante el Apertura 2025. Una mancha estadística que no se veía desde hace 16 años, cuando el banquillo tuzo era ocupado por Enrique Meza.
Antes de la llegada de Lozano, Pachuca había sido ejemplo de confianza en su cantera. Con Paulo Pezzolano (2020-2021), debutaron 10 jóvenes —entre ellos Eugenio Pizzuto, quien fue Balón de Bronce en el Mundial Sub-17—. Con Guillermo Almada (2022-2024), la cifra subió a 11 futbolistas promovidos, cumpliendo con creces la famosa “Regla de Menores”.
Incluso, Almada llegó a declarar en entrevista que “formar jugadores está en el ADN del club”, una frase que hoy suena lejana ante la gestión de Lozano, donde los minutos para los jóvenes brillaron por su ausencia.
📋 | COMUNICADO DE PRENSA: Jaime Lozano. pic.twitter.com/VvTn7fLbqN
— Club de Futbol Pachuca (@Tuzos) November 10, 2025
La salida de Lozano deja dudas sobre el rumbo que tomará la directiva y el proyecto deportivo. Mientras buscan nuevo técnico, el registro queda ahí, frío y contundente: por primera vez desde 2009, ningún canterano debutó con Pachuca.
Una estadística que duele más que una derrota, porque va directo al corazón de lo que representa el club hidalguense.