Ozzy Osbourne, leyenda del rock y ferviente aficionado del Aston Villa, falleció este martes a los 76 años, dejando un legado imborrable tanto en la música como en el deporte.
Nacido en el barrio de Aston, en Birmingham, Osbourne creció siendo un apasionado del Aston Villa, club al que siguió desde su infancia. Asistía con frecuencia a Villa Park, y su conexión con el equipo fue tan profunda que su último concierto con Black Sabbath se celebró precisamente en ese estadio, hogar de los ‘Villanos’.
Su amor por el club fue reconocido por la propia institución. En la temporada 2024-25, Ozzy fue parte de la presentación del nuevo uniforme de Aston Villa, acompañado de una campaña de Adidas que celebraba el regreso del equipo a la Champions League tras 42 años de ausencia. Incluso, los fanáticos rindieron homenaje con un tifo gigante de su rostro durante el partido ante el Celtic, disputado el 29 de enero.
Su vínculo con otros deportes
Aunque su nombre está íntimamente ligado al rock, Ozzy también mostró interés por otros deportes. En 2003, fue invitado a cantar en el partido de MLB entre los Chicago Cubs y Los Ángeles Dodgers, celebrado en el emblemático Wrigley Field.
Aston Villa Football Club is saddened to learn that world-renowned rockstar and Villan, Ozzy Osbourne has passed away.
— Aston Villa (@AVFCOfficial) July 22, 2025
Growing up in Aston, not far from Villa Park, Ozzy always held a special connection to the club and the community he came from.
The thoughts of everyone at… pic.twitter.com/lcyBomOdxq
Además, se le vio en varios Grandes Premios de Fórmula 1, y en 2005, fue invitado especial de los New England Patriots, equipo de la NFL, donde incluso se le vio luciendo con orgullo el jersey del equipo en el Gillette Stadium.
El llamado Príncipe de las Tinieblas no solo marcó generaciones con su música, sino que también dejó huella en el corazón de miles de fanáticos del futbol y el deporte en general. Su presencia se extrañará tanto sobre los escenarios como en las gradas.
