Columna invitada de Héctor Huerta.
Ahí la lleva, sin rendir cuentas a nadie, sin aparecer en público, resguardado en su bunker toluqueño, Mikel Andoni Arriola Peñalosa, abogado, politólogo y ex funcionario público mexicano, sigue practicando todos los días el singular arte de nadar de muertito, cobrando quincenalmente su alto salario en la Federación Mexicana de Futbol y manteniéndose en el poder supremo de sus tres chambas.
Presidente de la Liga de Expansión, de la Liga MX y Comisionado de la FMF, Mikel no enfrenta ante nadie rendición de cuenta alguna de sus múltiples cargos. No va a perder el trabajo por todo el lío de la Liga de Expansión, ni por el mal momento del arbitraje, ni por los incidentes y broncas de aficionados dentro o fuera de los estadios; tampoco le van a reclamar haber perdido hace un año en el Apertura 2024 más de medio millón de aficionados en los estadios de la liga.
Como nunca en la historia, el futbol mexicano ha sido tema en el TAS (Tribunal de Arbitraje Superior). Una demanda tras otra, como cascada, ha estado recibiendo el TAS de actores del futbol mexicano. La Liga de Expansión demandó en dos ocasiones; Jesús Dueñas interpuso otro recurso legal por doble contrato contra Juárez FC; Uriel Antuna fue sentenciado a indemnizar económicamente a su ex representante Manfredi Caleca…
Y ante todos esos problemas legales, el silencioso Mikel hace lo que mejor sabe hacer: refugiarse en su oficina-bunker toluqueña, con Isidro Chávez cuidándole la espalda como lo ha hecho desde que trabajaba a su lado en el mundo de la política.
Desde diciembre del 2020, cuando Yon de Luisa jubiló a Enrique Bonilla como presidente de la Liga MX, el silencioso Mikel ocupó esa silla y gracias a su oficio político se ha mantenido en el cargo aprovechando los vacíos de poder derivados de la renuncia del comisionado de la FMF, Juan Carlos Rodríguez, ocurrida el 13 de diciembre del año pasado.
¿Quién podría hoy pedir su cabeza? Mikel procede de la recomendación del Grupo Televisa y ahí sigue teniendo el apoyo, igual que el del Grupo Salinas. En el G8, tanto el Grupo Pachuca como los equipos de Monterrey, Chivas, Juárez, San Luis y Toluca siguen conviviendo con él con el asunto de un nuevo Fondo de Inversión.
El futbol mexicano, de cabeza y todo, sigue caminando. Y nadando de muertito, Mikel conservará el empleo los próximos meses. Ya después del mundial, seguro los dueños presentarán a su sucesor.
El silencioso Mikel se mantendrá hasta la Copa del Mundo del verano próximo. En estos nueve meses que vienen, Mikel tiene garantizado su jugoso sueldo. No hay forma de que lo cesen, a menos que algún escándalo lo rebase en los meses que faltan para el mundial.
¿Cuál será su legado en su paso de casi seis años por el futbol mexicano? Ninguno, pero como buen animal político que es, esquivará las tempestades que se presenten mientras se tira a la alberca política para seguir nadando de muertito, viendo el tiempo pasar y sumando ceros a su cuenta bancaria.
