El futbol mexicano perdió a una de sus figuras más emblemáticas. Manuel Lapuente, exentrenador de la Selección Mexicana y protagonista de una de las épocas más importantes del América, falleció a los 81 años. Su legado trasciende títulos y equipos: fue un técnico con carácter, estilo y una mentalidad ganadora que marcó a varias generaciones.
El regreso a la cima
Cuando Lapuente llegó a Coapa en 2001, el América vivía un momento incómodo: habían pasado 13 años sin levantar un título de liga. Era una sequía que pesaba más que cualquier presión mediática. Pero el “profe” no necesitó mucho tiempo para cambiar el rumbo.
Con su liderazgo firme y su famosa boina como sello personal, reconstruyó la identidad del equipo. En menos de un año, llevó al América a la final del Verano 2002… y a la historia.
La serie parecía perdida. Los azulcremas habían caído 2-0 ante Necaxa en la ida. Sin embargo, en la vuelta, el Estadio Azteca fue testigo de una remontada inolvidable. América igualó el global, forzó los tiempos extra y, al minuto 106, Hugo Castillo marcó el gol de oro que desató la locura.
Ese tanto no solo valió un campeonato: significó el fin de una sequía que había durado más de una década y el inicio de una nueva era.
El inicio de la modernidad azulcrema
Aquel título del 2002 fue mucho más que una estrella más en el escudo. Representó el renacer de un club que había perdido confianza, rumbo y protagonismo. Con Lapuente, América volvió a creer en sí mismo.
Su visión, su estilo directo y su forma de exigir lo mejor de cada jugador marcaron el punto de partida de lo que sería la modernidad azulcrema: un equipo competitivo, mediático y acostumbrado a ganar.
Más que un técnico
Lapuente no fue un técnico más en la historia del América. Fue el hombre que devolvió la fe, que impuso disciplina y orgullo, y que convirtió el vestidor en un lugar donde el respeto y la exigencia iban de la mano.
Sus métodos eran duros, su carácter imponente, pero quienes lo conocieron coinciden en algo: tenía una visión única para entender el juego y para hacer que sus equipos creyeran en sí mismos.
Todos los que integramos el Club América lamentamos el sensible fallecimiento de Manuel Lapuente Díaz, histórico entrenador de las Águilas.
— Club América (@ClubAmerica) October 26, 2025
Un grande que jamás volará solo. 🦅
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Un legado que trasciende colores
Hoy, el futbol mexicano despide a un técnico histórico.
El hombre que rompió una sequía, que cambió una mentalidad y que devolvió la gloria a uno de los clubes más grandes del país.
Descanse en paz, Manuel Lapuente.
