Los Lakers fueron uno de los equipos con más movimiento durante las últimas semanas de cara a la fecha límite de traspasos en la NBA. Tras la sorpresiva adquisición de Luka Doncic, la franquicia de Los Ángeles tuvo que prescindir de Anthony Davis. Su salida en el intercambio por Doncic hacía que los Lakers tuvieran que ir sí o sí por un pívot de calidad titular para el resto de la temporada. El elegido fue Mark Williams.
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Con apenas 23 años de edad, Williams es uno de los pívots más prometedores de toda la NBA. Fue traspasado a los Lakers a cambio de Dalton Knecht, Cam Reddish, el pick de primera ronda de LA de 2031 y un intercambio de selecciones para el 2030. Este movimiento colocaba a los Lakers como un equipo que podía contender al título este mismo año. Lamentablemente para ellos el traspaso fue declinado por la propia organización angelina.
De acuerdo con el periodista de ESPN, Shams Charania, Mark Williams no pasó el examen físico de Los Ángeles. Por esta razón, los Lakers decidieron cancelar el traspaso y ahora todos los activos involucrados volverán a sus equipos originales. Aún no se han dado más detalles sobre qué fue lo que falló en las pruebas médicas. Aún así cabe destacar que Williams ha batallado enormemente con las lesiones en estos primeros años de su carrera NBA.
Williams apenas ha jugado 84 de los 212 partidos posibles en sus primeras dos temporadas y media con los Hornets (39.6%). Sus principales problemas han llegado con lesiones de espalda, aunque según Charania esa no fue la causa de que reprobara el examen médico de los Lakers.
¿QUÉ HARÁN LOS LAKERS?
Luego de este fallido traspaso y con la fecha límite ya caducada, a los Lakers sólo le quedan dos caminos. El primero es intentar buscar un pívot en el mercado de los jugadores que rescindan sus contratos. Esto quiere decir que si algún pívot llega a un acuerdo con su actual equipo para rescindir su contrato podría firmar con el equipo de LeBron James y Luka Doncic.
Sin embargo, debido a las reglas salariales de la NBA, los Lakers sólo podrían firmar a jugadores cuyos contratos fueran de 12 millones de dólares o menos al momento de ser rescindidos.
La otra opción de los Lakers es quedarse tal y como están y afrontar el resto de la temporada con los pívots que tienen en su plantilla. Si deciden hacer esto, el equipo angelino podría encontrar una buena alternativa en el mercado de la agencia libre, donde contarán con varios activos interesantes para buscar un traspaso o convencer a un buen pívot de unirse a ellos. Además tendrán 40 millones de dólares de espacio salarial debido a los contratos que vencen al finalizar la presente campaña.