Los Angeles Chargers aprovecharon cada equivocación de Pittsburgh para quedarse con una victoria sólida en el Sunday Night Football, derrotando 25-10 a unos Steelers que nunca encontraron ritmo ofensivo y que se vieron superados en el último cuarto.
El encuentro comenzó con un duelo defensivo cerrado. Ambos equipos intercambiaron despejes y fue Pittsburgh quien inauguró el marcador con un gol de campo, antes de que un safety de los Chargers les diera sus primeros dos puntos y la oportunidad de recuperar el balón. El primer cuarto terminó con un apretado 3-2 a favor de los Steelers, presagio de un juego trabado y de pocos aciertos ofensivos.
Durante el segundo cuarto, los errores comenzaron a aparecer del lado de Pittsburgh. Chris Boswell falló un intento de gol de campo que pudo ampliar la ventaja, y Justin Herbert —sin brillar, pero efectivo— logró comandar una serie que terminó en tres puntos más para los Chargers. Al descanso, el marcador favorecía 12-3 a Los Angeles, con los Steelers mostrando una ofensiva sin ideas y una línea ofensiva vulnerable ante la presión.
El tercer cuarto mantuvo la misma tónica: una defensa sólida de los Chargers ante un ataque acerero inoperante. Aaron Rodgers no pudo conectar con sus receptores y las oportunidades se fueron diluyendo. Mientras tanto, Los Angeles aprovechó la posesión del balón para consumir el reloj y controlar el ritmo del partido. El marcador se mantenía 15-3 rumbo al último cuarto.
Ya en el periodo final, todo se desmoronó para Pittsburgh. Una intercepción costosa y errores en equipos especiales abrieron la puerta para que los Chargers aumentaran la ventaja con una ofensiva efectiva en zona roja. Los Steelers lograron anotar un touchdown tardío, pero no fue suficiente para revertir el marcador. Con autoridad, Los Angeles selló el triunfo 25-10.
PRIMETIME DUB pic.twitter.com/k0aiQjusGH
— Los Angeles Chargers (@chargers) November 10, 2025
Los Chargers se mostraron firmes en todas sus líneas y aprovecharon los errores rivales para asegurar una victoria importante. En cambio, los Steelers dejaron escapar un partido que evidenció su fragilidad ofensiva y la falta de respuestas ante la presión.
Una noche para el olvido en Pittsburgh, y una muestra de solidez por parte de Los Angeles, que sigue firme en la pelea dentro de la Conferencia Americana.