La temporada 2024/25 de la NBA ha estado llena de sorpresas y muchas emociones. Nadie imaginó, cuando todo comenzó en octubre del año pasado, que Luka Doncic iba a ser traspasado a los Lakers o que LeBron James iba a seguir jugando a gran nivel con 40 años de edad. Pero lo que definitivamente nadie esperaba era que, en el mes de junio, los dos equipos que jugarían Las Finales fueran Indiana Pacers y Oklahoma City Thunder.
Desde hace años, la NBA ha necesitado que las franquicias más populares alcancen las últimas rondas de los Playoffs para mantener el interés de los aficionados. Sin embargo, tanto el Thunder como los Pacers llegaron para poner un poco de orden. Es evidente que ninguna de las dos franquicias lidera la lista en términos de popularidad, pero es innegable que han sido los mejores equipos a lo largo de la temporada regular y de la postemporada.
Sí, muchos extrañan ver a los Lakers, a los Celtics y a los Warriors en Las Finales de la NBA. Pero seamos sinceros, un cambio de aires siempre viene bien, sobre todo en esta época de transición que atraviesa la mejor liga de baloncesto en el mundo. Atrás comienza a quedar la era de LeBron, Durant y Curry y ahora las nuevas caras de la liga parecen tomar el control y el enfrentamiento entre Shai Gilegous-Alexander y Tyrese Haliburton, lo confirma.
Por un lado, Shai es el vigente MVP de la NBA y es, sin duda alguna, uno de los tres mejores jugadores del mundo. Oklahoma City tiene un roster repleto de talento y juventud, de hecho son el equipo con el promedio de edad más bajo de toda la liga (25.6 años de edad).
En el otro lado de la duela tenemos a Haliburton, una estrella en ascenso que quiere demostrar que no está «sobrevalorado» como indicaron unas votaciones internas en la Asociación. Los Pacers dejaron en el camino a gigantes como Antetokounmpo, al mejor equipo de la NBA, los Cavs, y a los Knicks.
LA NBA TENDRÁ UN CAMPEÓN INÉDITO
No cabe duda de que Las Finales de este 2025 en la NBA serán de las más emocionantes que hemos visto en años. Y es que ambas franquicias le añaden un ingrediente extra a este duelo: ninguna de las dos ha ganado nunca el campeonato de la NBA. Esto quiere decir que todos los que estén en la duela irán a muerte en cada jugada, buscando alcanzar la gloria en unas Finales que nadie pidió, pero que todos necesitábamos.
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