La Selección Mexicana, exceptuando lo que hizo en el Mundial de Qatar 2022, suele dar grandes chispazos de lo que es capaz de hacer ante las grandes potencias del futbol mundial. Para la Copa del Mundo de Rusia de 2018, cuando supimos que Alemania —entonces vigente campeona del mundo— compartiría grupo con México, muchos comenzaron a pensar en cómo ganarle a os otros dos rivales, porque vencer a los teutones parecía imposible.
Sin embargo, nadie vio venir lo que terminó siendo una —sino es que la mayor— sorpresa de esa Copa del Mundo. México, el 17 de junio de 2018, en el Estadio de Loujniki, en Luzhniki, Rusia, dio la campanada al derrotar 1-0 a la cuatro veces campeona del mundo.
Con gol de Hirving ‘Chucky’ Lozano, el cuadro dirigido por uno de los entrenadores de la Selección Mexicana más criticados de los últimos tiempos, Juan Carlos Osorio, derrotó a una Alemania plagada de estrellas. Y es que en aquel plantel, que venía de ser campeón del mundo 4 años antes, estaban jugadores como Manuel Neuer, Toni Kroos, Thomas Müller y Joshua Kimmich.
Aquel día quedará grabado como una de las grandes exhibiciones de la Selección Mexicana en la historia de los Mundiales, pues a día de hoy —cuando México está a horas de enfrentar a Alemania en un partido amistoso— se sigue recordando, entre otras cosas, el relato de cronistas como Christian Martinoli, quien en el calor de la emoción dijo: “En el Día del padre, México le dio en la madre a Alemania”.
