La metamorfosis del Barcelona; de crear cracks a comprar estrellas

Desde los años 90´s, el Futbol Club Barcelona se consolidó como una de las canteras más prometedoras de todo el mundo; cracks conformaron habitualmente el primer equipo y surtieron de calidad a muchas escuadras del “Viejo Continente”.

Desde el “Dream Team” de Johan Cruyfft hasta el Barca de Luis Enrique, la platilla principal y sus estrategas han echado mano de La Masía para complementar los mercados de fichajes que traían una o dos figuras para competir por lo máximo.

Pero este 2022 la metamorfosis del equipo blaugrana ha sido completa; millonarias cantidades se desembolsaron para que las figuras consolidadas aterrizaran en Cataluña, poblando al equipo de “foráneos” con algunos “complementos” de la cantera. Es decir, la fórmula se revirtió, haciendo que los fichajes multimillonarios fueran la base y las jóvenes promesas fueran el aditivo de calidad.

La memoria corta nos exige ahora descubrir porqué esto es alarmante para los colores catalanes: Hace un año, Lionel Messi (fruto y máximo ejemplo de La Masía) salía del club con rumbo al Paris Saint-Germain después de una larga novela dramática, una crisis de títulos notablemente alargada y los números rojos como estandarte de las últimas administraciones. Ahí empezaba el principio del fin.

La deuda del Barcelona ascendía a 1,300 millones de euros, una cifra que desde 2015 hasta el 2022 se formó debido a fichajes fallidos como el del brasileño Phillipe Coutinho, que costó 120 millones de euros más 40 en variables, o la masa salarial que en 7 años se consolidó en 560 millones de euros.

Joan Laporta, presidente que sucedió en 2021 la fallida dirigencia de Josep María Bartomeu, afirmó a su llegada al poder que, la institución podría vender algunos activos del club para hacer frente a las deudas; los estudios de Barca TV o los derechos de televisión a mediano y largo plazo fueron los indicados y así los euros aparecieron en las arcas catalanas.

Robert Lewandowski llegó a cambio de 50 millones de euros más variables, el brasileño Rapinha costó 58 millones más variables, Jules Koundé, la última pieza de la defensa tuvo un valor de 50 millones para que el Sevilla cediera su ficha. Otras incorporaciones fueron las del marfileño Frank Kessie y el danés Andreas Christensen, que ficharon por el Barca en calidad de agentes libres, lo que les asegura un sueldo millonario.

Es verdad, el Futbol Club Barcelona conformó un gran plantel para que Xavi Hernández consiga títulos, pero también es verdad que la filosofía del club ha sido arrebatada y guardada en un cajón hasta nuevo aviso, todo en busca de mejorar en el campo y recuperar un poco del dinero y del prestigió del que algún día gozaron.

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