En el seno de la colonia Algarín nació el mejor futbolista mexicano de todos los tiempos, el que demostró a sí mismo y a todos a su alrededor que los obstáculos los tiene uno mismo, su nombre, Hugo Sánchez Márquez.
Surgido de las fuerzas básicas del Club Universidad Nacional, Odontólogo de profesión, egresado de la misma casa de estudios donde dio sus primeros dotes con el balón; apodado el “Niño de Oro” porque desde muy joven mostró una gran virtud para jugar futbol sobre todo sorprendiendo por sus grandes piruetas y goles espectaculares.
Hablando de Hugo como futbolista podemos decir que fue un “depredador” un “killer” en el área; en palabras de Johan Cruyff cuando fue técnico del FC Barcelona decía a sus defensas, vayamos mentalizando de que vamos perdiendo 1 – 0 porque seguramente Hugo Sánchez va a meter gol.
Campeón con Pumas en un par de ocasiones, temporada 76 – 77 y 80 – 81, después de conseguir su segundo título, Hugo emigraría al Atlético de Madrid, donde llegaría con muchas expectativas, pero también dividiendo opiniones; algunos veían en el mexicano un próximo ídolo y quien haría que el equipo resurgiera, por otro lado, la gente que no lo quería, lo recriminaba gritándole “Indio”, el mismo “Macho” declaró, cambiaré esos gritos por gritos de gol, y así lo hizo.
Su llegada al Real Madrid
En la campaña 1984 – 85 consiguió su primer “Pichichi” (campeón de goleo de la liga española), tras haber conseguido 19 “dianas” con el Atleti; después de levantar la Copa del Rey en 1985 pasaría a formar parte del mejor club de la historia, el Real Madrid, su contrato lo firmaría en el césped de Ciudad Universitaria, lo demás es historia.
Conseguiría cuatro títulos de goleo más (85’- 86’, 86 – 87’, 87’ – 88’ y 89’ – 90’), sin duda la mejor época del futbolista mexicano, se consolidó como uno de los mejores delanteros del mundo. Sin duda, uno de los momentos más recordados con la camiseta “Merengue” es aquel 10 de abril de 1989, el llamado Señor Gol, una chilena que pocas veces se veía en el futbol y que era un gran recurso para el “penta”.
El regreso a México
Después de su brillante paso en España regresaría a México a jugar con el América en 1992, regresaría a España a jugar con el Rayo Vallecano, ir a Suiza con el Linz, estar de vuelta en tierras mexicanas para su tan polémico paso por Atlante, llegar a Estados Unidos militando con el Dallas Burns y retirarse en 1997 con el Atlético Celaya.
Sus números
En el futbol mexicano anotó 123 goles, sumando 73 partidos metiendo un gol por encuentro, 19 con dos anotaciones, y 4 con una anotación.
En España, fueron 234 goles, en 123 juegos anotó solo un gol, en 42 marcó un par por encuentro. Esto le bastó para ser acreedor a la bota de oro en 1990. Además de ser parte de los 10 mejores goleadores en la historia del Real Madrid.
