La crisis de los técnicos ingleses en la Premier League; títulos y descenso
La Premier League de Inglaterra se posiciona hoy por hoy como la mejor liga del mundo; estabilidad económica, competitividad, una buena generación de futbolistas ingleses, etc.
Aunque hay un rubro donde no figuran e incluso atraviesan una crisis importante, los entrenadores.
La campaña 2021-22 vio como el Manchester City del español Pep Guardiola se alzaba con el título por encima del Liverpool del alemán Jurgen Kloop en una agónica y emocionante última jornada.
Este significa el cuarto trofeo de la Premier que el DT catalán consigue con los “Citizens” desde que arribó en 2016 a suelo inglés.
La rivalidad entre Guardiola y Kloop se ha alargado en los últimos años, dando muestra de que el buen manejo de los equipos en los banquillos ha tenido que venir desde fuera de la isla británica.
Existe una crisis evidente de técnicos domésticos que pueden aspirar a los trofeos en el balompié británico o al menos porsicionarse con cierta estabilidad en el manejo de un club, los números lo dicen.
Desde 1992, cuando vio la luz la reestructuración de la competencia liguera en Inglaterra, ningún entrenador que haya nacido en aquellos lares ha podido ganar dicho certamen.
Son 14 campeonatos obtenidos por entrenadores de Escocia, 13 de Sir Alex Ferguson con el Manchester United y uno más de Kenny Dalglish con el Blackburn Rovers en 1995.
4 de Arsene Wenger con el Arsenal; 3 de un portugués, José Mourinho con el Chelsea; 4 de italianos con Ancelotti y Conte con el Chelsea, Macini con el City y Ranieri con el Leicester; además de un chileno también con el City; un español con Pep y sus 4 ligas inglesas y por último el alemán único alemán,Jurgen Klopp que le regresó la gloria al Liverpool.
Pero los campeones no son lo único que evidencia la poca participación de los entrenadores locales, y es que en la recién terminada temporada, sólo participaron 8 maneadores ingleses, de los cuales, 4 estuvieron al menos una jornada en la zona de descenso.
Lo más rescatable en el banquillo británico fue David Moyes, galés pero no inglés, que llevó al West Ham al séptimo puesto y con un boleto a Europa League.
La globalización de la mejor liga del mundo futbolístico cobra factura a los entrenadores ingleses, ya sea en la cima de clasificación o en la quema del descenso.