La Bota de Oro del Villarreal
Hubo otra época donde el Villarreal también gozaba de un futbol espectacular y figuras de talla mundial en su plantilla; Sorín, Riquelme, Cazorla, Guille Franco, Marchena y Forlán. Este último consiguiendo la Bota de Oro más inesperada de los últimos 20 años.
El uruguayo aterrizó en el Submarino Amarillo en 2004 después de un paso fallido por el Manchester United. Ahí casi se lía a golpes con Alex Ferguson, histórico entrenador de los Reds Devils.
A España llegaba con ganas pero con un proyecto que pintaba para pelear puestos europeos, no títulos. Los comandados por el ingeniero Manuel Pellegrini se pusieron de inmediato a desdoblar un futbol vertiginoso y práctico hacia el frente del campo.
En ese sentido, el Forlán salió beneficiado, pues de ser un enganche natural, el idilio con el gol fue su metamorfosis en España. La ayuda del argentino Juan Román Riquelme y el jovencito español Santi Cazorla, le vinieron como anillo al dedo con las asistencias.
En aquella temporada anotó 24 goles, mismo que el francés del Arsenal Thierry Henry, lo que le permitió por primera vez ganar la Bota de Oro, premio otorgado por el diario español Marca a los máximos goleadores del continente europeo a nivel de clubes.
En tercer lugar se quedó Samuel Eto´o, artillero del Barcelona. La hazaña estaba hecha por parte del uruguayo, y es que para muestra del nivel, solo hay que ver la tabla de aquel premio y observar que Ronaldo el “Fenómeno” apenas alcanzó el lugar 11 con 21 anotaciones.
En el 2006, ese mismo equipo del Villarreal tuvo en sus manos el pase a la final de la Champions League pero en semis contra el mismo Arsenal de Henry, Riqueleme falló un penal en los últimos minutos y el Guille Franco mandó por encima del marco un cabezazo de gol.
La historia atesora momentos como este, equipos con poco presupuesto venidos a más y jugadores que le dan memoria larga al balón.